lunes, 23 de mayo de 2011

Bodega Robles, vinos ecológicos y su PX


Rocío Márquez, la enóloga de Bodegas Robles presentó en la Escuela de Hostelería los vinos ecológicos elaborados en dicha bodega. Hizo una presentación desde la viña, alguna noción de normativa ecológica de viña y vinos, y después una cata dirigida.
Robles controla 47 Has de viñedo ecológico, llegando a molturar 2 millones de kg de uva y con un aprque de 3.000 botas de roble americano. El incio de la aventura ecológica se remonta a los años ochenta cuando Francisco Robles viaja a Alemania y conoce la filosofía del respeto al medio ambiente aplicada a los vinos.
No se emplean pesticidas o plaguicidas de síntesis, sólo sulfato de cobre y azufre en polvo. Trabajan con cubierta vegetal espontánea, que sirve de nicho ecológico de insectos, y además aporta estructura, permeabilidad y baja la temperatura del suelo.
Hay reducción de un 25% en la producción, pero se compensa con una mayor calidad. Exige mayor coste en mano de obra para el control de plagas y sanidad de las viñas, ya que se hacen sólo tratamientos preventivos. Por ejemplo, no había tratamiento aprobado para evitar los daños de los caracoles y se encontró que sólo el sulfato de hierro era efectivo, por lo que tuvo que ser aprobado por CE en Bruselas.
La fermentación es siempre espontánea, se ha hecho la selección de levaduras propias comprobándose que la fermentación del mosto de uvas ecológicas sucede mejor que el procedente de uvas convencionales.
Se cataron el joven (sólo de uvas Pedro Ximenez), el tinto (Tempranillo y 5 meses de crianza), el fino y el PX. El que más gustó fue este último.

Este vino dulce, hecho con uvas pasificadas de Pedro Ximenez ha recibido numerosos galardones y se ha convertido en el estandarte de la bodega.
PX: De color ámbar, muy denso, lágrima gruesa. Han conseguido que ese mosto tan concentrado en azúcares, de unos 350 a 400 g/L, fermente de forma natural hasta los 6º de alcohol y luego se fortifica hasta los 15º,
En nariz, se aprecian los aromas propios de la PX pasificada, a miel, dátil, pasa, orejones. Pero también unos toques de licor de guindas, también punzante. En boca es algo amargo, cálido, pero como se han rebajado casi 100 g/L de azúcares por la fermentación, en boca no es empalagoso. Resulta un vino en su conjunto, armonioso y original.

taberna La Yerbabuena y los caracoles

Situada en el barrio de Poniente, o sea del Zoco, y en la calle Jose María Martorell. La regenta desde sus inicios en 1994, nuestro amigo Alfonso, y que ha cambiado de nombre desde el original Paraíso, hasta la reciente Yerbabuena. El paraíso hacía alusión al pueblo de Hornachuelos, y que según el dueño era tal como su nombre. El nuevo local es muy agradable, con una decoración conseguida y reservando un pequeño espacio a los vinos en botella y a su barrilito; aunque resulta ruidoso cuando a los parroquianos les da por elevar el tono de voz.
Aparte del trato amable y familiar, lo mejor es su cocina. Preparan muy bien los caracoles, tanto en caldo, para los chicos, como en salsa para los gordos. Como es plena temporada, el día que fuimos escogimos caracoles gordos con tomate. Auténtica cocina casera y que va cambiando su combinación día a día: la primera vez que los probé eran con sólo tomate, y en esta última el pimiento rojo se notaba bastante. Pero muy buenos en las dos veces. Aparte de otros platos, tiene carne de caza de su tierra.
En cuanto al vino, es el fino Olivares, que la propia bodega se encarga de rellenar semanalmente. Ya lo catamos, allá por noviembre pasado, y esta vez el vino resulta bueno y fresco, pero no tan sobresaliente, como nos pareció la primera vez.
Es de color amarillo-verdoso, con turbidez. En nariz muestra los aromas típicos de crianza biológica, sin defectos, algo etéreo, algo de manzana, levadura. En boca tiene un notable retrogusto, muy fresco, a fruta verde, buena acidez, que hace salivar.
Se sirve en botellines de 3/8 y que sirve para repartir 3 copas. Y como le oí decir a M.L. Alejandre, Secretario del Consejo Regulador Montilla-Moriles: tres copas, tres amigos, veinte minutos. Una bonita frase para realzar el sentido del copeo.

viernes, 20 de mayo de 2011

Blecua 2004


De la DO Somontano, la bodega Viñas del Vero elabora su vino más emblemático. De las 750 hectáreas de esta bodega, se seleccionaron 14 Has. para la finca de la bodega Blecua. Seleccionan de las mejores parcelas, las cuatro variedades que entran en su composición: Cabernet Sauvignon, Merlot, Tempranillo y Garnacha. La estructura de la bodega está diseñada para que los movimientos de uvas y vinos se hagan por gravedad. Los racimos se seleccionan y cada variedad se fermenta por separado en tinas de roble. La crianza se hace en barricas nuevas de roble francés durante 12 meses, siempre por separado, y tras hacer el ensamblado de variedades se continua por al menos otros ocho meses, empleando ahora tan sólo una parte de las mejores barricas.
A este vino le teníamos ganas, pero su precio nos paraba ya que supera los 60 euros, hasta que el buen hacer de Antonio Rizos del Makro nos facilitó su cata.
Es de un color a picota muy intenso, brillante. En nariz es de notable complejidad, siempre limpio y elegante: a fruta roja, notas vegetales, cacao, toffee, tierra mojada, mentolado y dulzón. Evoluciona continuamente y van saliendo las notas varietales. En boca es muy agradable, equilibrado y con buena acidez. Con apenas amargor y una buena astringencia, se puede uno recrear en boca con los aromas de retrogusto a fruta y madera. Buena persistencia, un muy buen vino.

martes, 17 de mayo de 2011

Cata del vino Montilla-Moriles 2011

Con una semana de retraso se celebró del 11 al 15 de Mayo la Cata de Vinos Montilla-Moriles 2011, a la cual acompañó el tiempo, y como ya vienen las fechas, al mediodía la sensación era de bochorno. La asistencia ha batido marcas anteriores dando idea del carácter festivo del mayo cordobés. También ha incrementado el número de bodegas, y entre las "nuevas" la Bodega El Monte de Moriles, que ya visitamos en septiembre del 2010 con ocasión de la Feria del Vino de Moriles. Se puede decir que esta muestra ha sido la más representativa de la D.O.
Todos los vinos expuestos proceden de las vendimias de Pedro Ximenez, desde jóvenes, de tinaja, finos, oloros, amontillados y dulces o PX. He probado varios vinos que ya conocía y otros nuevos para mi. La novedad este año entre los jóvenes era que había varios abocados, menos dulces que los tipo Pale Cream, aunque no me convencieron. De los de tinaja, el de Bodegas Maillo es uno de los más reconocidos, y que me pareció bastante conseguido. De los finos, probé el fino Corredera, Cebolla, Gran Barquero, CB y Robles ecológico. Todos están conseguidos, aunque a mi parecer, el de Robles es el que más matices me aporta. También probé algunos olorosos y amontillados, y debo reconocer que aunque bastante buenos, el ambiente festivo de la cata no acompañaba. Estos vinos demandan otra forma de degustar el vino.
El lugar donde se celebró la cata no acompaña a lo que debe ser una muestra de los vinos de Córdoba. Por ejemplo, la Cata de Moriles sucede en un edificio que sirve también de muestrario de otros productos locales. Y en segundo lugar, es difícil ir de cata y tomarse copas enteras. O se va en grupo y se pasan las copas, o bien se podría hacer vales de degustación: la mitad o menos de la copa servida, y la posibilidad entonces, de más consumiciones, para catar un número amplio de vinos.

jueves, 12 de mayo de 2011

Verdejo José Pariente 2010


La bodega José Pariente se encuentra en La Seca (Valladolid) y se dedica a la elaboración de vinos con la uva Verdejo de los viñedos de la propia finca, situada en la DO Rueda, y también de otros viticultores.


El vino que comento es el Pariente 2010 Verdejo, y que me ha parecido de una calidad superior y a muy buen precio. Los vinos de Rueda han crecido en ventas en los últimos años y todos tienen características comunes, y en los que se busca conservar las notas frutales y herbáceas propias de esta variedad, pero éste es un excelente representante del verdejo.


Citando a la bodega, la elaboración fue como sigue:

En primer lugar se realizó una maceración en frío entre 8 y 12 horas. Después de un prensado neumático, tuvo lugar la fermentación alcohólica a baja temperatura en depósitos de acero inoxidable, permaneciendo el vino sobre sus lías finas hasta el momento de la clarificación; posteriormente se sometió a tratamiento de frío y filtración, embotellándose a mediados de Febrero del 2010.

FICHA DEL VINO

Variedad: Verdejo 100% Grado alcohólico: 13o Acidez Total: 6 g/l


Amarillo pajizo, con reflejos verdosos. A todo esto recuerdo que en una cata comentaron que inclinando la copa si sobre la superficie del vino se veían tonos grises, eso era un verdejo. En este caso no las vi.

En nariz es un golpe de aromas, muy intenso, a frutas tropicales, cítricos, algo de herbáceos, muy limpio en nariz. Quizás con algo de carbónico, un poco punzante, pero todo muy fresco.
En boca presenta un cuerpo notable, redondo, excelente retrogusto a frutas. Se aprecian claramente el volumen que ha adquirido el vino por su estancia en contacto con sus lías finas, graso en boca. Parece que las notas amargas y herbáceas de los verdejo ya son historia, y en este vino apenas si se notan.

sábado, 7 de mayo de 2011

Taberna La Verdad


Un local céntrico, típico y muy agradable. Tiene, y ha tenido siempre, un ambiente cálido del personal de sala, que invita a la charla con los amigos y al tapeo. El personal atiende rápida y amablemente. Son los de casi toda la vida, los que relanzaron esta añeja taberna allá por los años noventa, y que pasó de ser la taberna escondida del centro, a ser a la que se acudía tras la función del Gran Teatro. Casi sin cambiar la decoración, la mejoraron. Es bulliciosa y apetecible para tomar algo después del trabajo, o por la noche.
Es de los pocos sitios en Córdoba que te sirven una tapa individual a la hora de los aperitivos.
Pero creo que ya no es lo que era, y que además de lo anterior, tenía una notable calidad en los platos, aunque siguen siendo muy buenos sus flamenquines.
El vino es de la Cooperativa La Aurora, Fino Montilla, que desconocía, puesto que el más conocido es el fino Sierra. Servido en frío, tiene notas sobremaduras o pasadas, con poco frescor. Es correcto sin más.