martes, 16 de diciembre de 2014

Gran Bar, en las Tendillas, o sea sentro sentro de Córdoba


El Gran Bar es el nombre que se le ha dado a este local. Siempre pensé que su nombre era el Bar Siena, y es que según la magnífica crónica aparecida en el ABC este fue el segundo nombre que se le dió, ya a partir de 1969. Parece que no soy tan mayor.
Se ha hecho una remodelación del interior con mobiliario blanco que a su vez se repite en otro establecimiento que tienen los mismos dueños, el de Puerta Gayola en San Hipólito. Por fuera es igual que siempre, desde sus inicios como Gran Bar: grandes ventanales y de ladrillo rojizo con el que está construido desde 1928 el edificio que lo alberga.
Por supuesto, los veladores ocupan un amplio espacio de la plaza de las Tendillas, que parece que está recuperando su lugar como ágora o de encuentro del personal, aunque por ahora quienes se reunen son los más jóvenes.
El sitio es agradable y la carta es variada, tanto de platos como de vinos. Bien, porque además los precios son contenidos: la apertura de cualquier local requiere atractivos. Pero nos dio la impresión de que este bar va a tener éxito, porque el viernes a la hora del aperitivo estaba muy concurrido.

Pedimos de los tres finos que tienen: Gran Barquero, Tertulia y Cancionero. El primero es un fino de calidad superior, muy serio y hecho, con aromas intensos especiados, buena acidez y salino. El Tertulia es más ligero que el anterior, y como su nombre sugiere es para tomar más usualmente. El Cancionero, que a mi amigo Q. le encanta, me resulta diferenciado de los anteriores, tanto que ganó un  Oro en los Premios Mezquita 2013, pero a mi en particular se me hace más difícil, por sus mayores armonas a reducción. Cosas del gusto.

Aparte de las consabidas aceitunas, pedimos una ración de atún encebollado. ¡Fuera de carta!. Y nosotros sin saberlo. Todos tenemos un mal recuerdo de un pedido fuera de carta, pero en este caso el plato iba bien servido y fueron 9,95 euros.
También se pidió media ración de morcilla de burgos a la plancha: nada de particular y sólo 4 cuatro trozos. Lo dicho, no me convencen en la mayoría de los casos las medias raciones porque valen mucho más de lo que dan. Se supone que es una forma de picotear y probar varios platos, pero no compensa. Excepciones las hay, como la Taberna Góngora, Taberna Moriles, Taberna San Basilio o la Taberna Emilio (en la Av. de Cádiz) y algunas más, ...

Probamos también dos copas de tinto, ambos tintos crianzas riojanos del 2011: Hacienda López de Haro y Luis Cañas, buenos vinos a buen precio. De aroma fino, lo justo y ambos suaves en boca. Para tapear están bien.
La cuenta: 7 consumiciones entre cerveza, fino y tinto, una ración y una media, por 27 euros, a 9 por cabeza. No es barato, pero está bien. Se puede decir que para estar en el sentro sentro de Córdoba, está bien. Nota: un 7,8.








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