lunes, 20 de julio de 2015

Doble de Cepa, una taberna con ganas de agradar

Esta taberna está junto a la puerta de Santa Catalina en la Mezquita de Córdoba. ¿Y eso dónde es? ¿En la calle Martínez Rucker? Ni idea.
Pero si digo que está en la calle de abajo del Bar Santos, esa calle que va a la calleja del Pañuelo y a la Plaza Abades. Hombre, claro, por supuesto. 
tomada de Cordoba 24
Pues en una casa  de dos plantas, a la que se ha hecho una reforma integral ha abierto hace poco Doble de Cepa. Ya me llegaron noticias de su apertura en el guasap de la Asociación de Sumilleres de Córdoba y queríamos comprobarlo. 

La distribución, iluminación, lámparas y mobiliario está pensado, escogido, y se ve de calidad. Por ejemplo las sillas son una combinación de asiento de resina y armazón de metal, bien cómodas. 
Como íbamos de tapeo o algo rápido, nos quedamos en el patio central, ensolado de chino... cordobés. Una decoración del suelo cada vez menos presente en los nuevos locales, debido a su coste. Justo el patio hace también de escenario para actuaciones musicales de flamenco, jazz y fado. Son por la noche e incluyen también las noches de jueves a domingo.

Tras la cerveza de rigor para entrar en materia y refrescar el gañate, nos atendió Laura Roda, uno de los dos socios que se han atrevido a este negocio que emplea a 18 personas.
Quino, que sabe de temas de arquitectura le preguntó algunos detalles sobre la remodelación de la casa. Y es que es un atrevimiento sacar adelante un proyecto de esa envergadura en un local en una zona tan turística, pero como pasa en otras ciudades, la zona antigua de Córdoba, aún está viva porque tiene su propio vecindario pero la presión de bares y tabernas en la zona puede acabar convirtiendo al entorno de la Mezquita en un parque temático. Y la competencia es dura. Laura nos dijo que venían con algo nuevo y la competencia ya se vería.
Detalles no le sobran.
Por ejemplo la carta viene tal como debe ser, con su lista de alérgenos.

La carta está bien escogida, los precios son medio altos a priori. Y nos decidimos a pedir. Antes de nada nos habían puesto unas aceitunas y unas patatas bravas.
El personal, atento, con ganas de agradar y explicar a quien se interese por las características de esta taberna. Y con taberna es como quieren que se conozca ya que no quieren aludir al término más formal de restaurante. De todas formas nos pareció que no andaban con la soltura y alegría que parecía reinar en la última taberna que visitamos, La Flamenka. Apenas había público a esa hora del mediodía, y había varios camareros en barra.

Lo que se pidió fue una ración de berenjenas de la casa con miel. Venían con un sabroso rebozado, aunque la cantidad por 9 euros es algo justa.

Había que pedir ya los finos. Y tienen el Eléctrico (Toro Albalá) y el Tertulia (Bodegas Delgado).
Con los calores de Córdoba en Julio, un fino tiene que ser refrescante para que entre bien. Y el Eléctrico de sobra que tenía ese punto alegre y fresco, nada pesado, vivo en boca. El Tertulia estaba un poco subido de color, más apagado y menos limpio en nariz y boca. 
Lo dicho, sólo repetimos con el Eléctrico.

Eléctrico y Tertulia
De segundo, se pidió una media ración de ensaladilla. Quien nos siga comprobará que somos la banda de la ensaladilla. Y es que hay o hemos probado tantas variaciones de ese plato de patata cocida, mayonesa y lo que se quiera añadir, que casi definen las intenciones del local. Cuando no se sabe qué pedir o bien para adelantar la consumición y antes de que vengan platos calientes: una de ensaladilla...
La que nos sirvieron estaba bien sabrosa y bien servida en complementos, con buenos langostinos y su trozo de melva. Era en principio una media ración lo que pedimos, y eso parecía a tenor del plato servido. 
Como quiera que cobraron una ración pues queda la duda de si la cantidad servida iba acorde con los 9 euros de coste. 
Fueron en total once consumiciones, 6 finos y 5 cervezas para los cuatro. El precio total, lo normal en estos casos, a 9 por persona.
Hombre, no está mal, pero creemos que le falta algo más de originalidad o sorpresa en las raciones. Que ya digo, eran correctas y bien hechas.

Los medios los tienen y cuentan con el enganche de la música, y la amplitud de las instalaciones; pero tendrán que luchar mucho para hacerse un hueco en la muy concurrida oferta de tabernas, bares y restaurantes de la zona de la Mezquita, o zona de la Catedral, antigua Mezquita, como gustan los que quieren marear la perdiz con la historia de nuestro monumento más conocido.


Prácticamente nos despedíamos de nuestras citas tabernícolas, pero como Quino invitará por su cumple pues seguro que quedamos, más que nada por felicitarlo...








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