sábado, 27 de junio de 2015

La Flamenka: más que un restaurante español en la parte turística de Córdoba


 La Flamenka, con k, era un restaurante, ya que con este nombre el local cerró.

 La Flamenka, con k, es un restaurante, que está en la calle Céspedes, una preciosa calle que termina conectando el centro con la Mezquita. Es una calle corta, muy turística, con restaurantes, taberna, joyería, baños árabes, tetería. De todo para el turismo visitante.. y local.
Me la recomendó el amigo José María, del Terruño (en negrita, como el Tico Medina). Y está bien esta Flamenka. 

Tiene el tamaño justo para estar cómodo, no había apenas ruido y  la cocina está a la vista.

Las mesas son rojas con decoración floreada, las sillas de enea, vamos lo que se dice un local para el cante o para el turista. Y en la pared hay retratos de cantantes y bailaores flamencos. Entre ellos el gran Miguel Poveda, a quien he visto en directo dos veces. Dos veces he visto también a un artista local, Alfonso Aroca, un pianista con mucho arte y a quien recomiendo escuchar.

Llegamos un día de mucho calor en este mes de Junio y la temperatura es muy bien ajustada, no hace calor y no se nota el aire acondicionado. La  música en su nivel, bien escogida y es uno de los puntos que resaltan los que ya han venido antes.  
La cerveza, de Alhambra, bien servida. Aunque acudía al encuentro en bicicleta, después de pedalear unos ocho kilómetros, en ya plena canícula, la cerveza estaba en su punto de amargor, de gas y sabor.
La carta, simpática, con raciones a precios contenidos. Aparte, tienen lo que llaman tapa y guiso del día.
La tapa (3,5 €) era una crema de setas, servido en una lata y que acompañaba para dar dulzor, cabello de ángel. Una tapa bien presentada y con contraste cuando se juntaban los dos ingredientes.
El guiso no era de cuchara, sino unas croquetas de morcilla acompañada con un poco de patatas a lo pobre (5,5 €).
Lo justo de sabor a morcilla, con una masa suave, también estaban bien hechas.
Por ahora, la sorpresa de su cocina se confirmaba que se atrevían con otros platos, y no los típicos de muchos restaurantes de la zona. Gracias a la difusión de los comentarios en tripadvisor, mucha gente viene ya con las recomendaciones de otros y se va más a tiro hecho. 

Para redondear la faena de abundante tapeo, pedimos unos rollos de cordero picado (9 €). La presentación, muy bien hecha con una bien aliñada ensalada con frutos secos, reducción de vinagre y mostaza. Una ración que muestra la originalidad y actualización en la cocina.

Como muestra simpática y novedosa (al menos para mi), la panera.
Los finos eran Eléctrico y Amargoso de El Gallo. A las fechas que estamos de calor, es difícil tomar ya un buen fino y creo que en la Flamenka debe haber poco tiro. Estaban un poco subidos de acidez. Rellenar una botella del bag-in-box, con toda su aireación y después dejar en frío es un reclamo al oxígeno. Así que fueron más las cervezas. Los vinos de carta me eran muchos desconocidos y salían a más de 2,5 euros la copa.
La cuenta salió por 38 euros, ya que tomamos 10 consumiciones.
Como está pasando ahora, que las consumiciones han subido de precio y no tanto la comida, con lo que a veces es una sorpresa ver el total para lo que se come. Pero en este caso los cuatro salimos bien servidos.
Para terminar, un servidor, cuando llegó en bici con casi 36 grados ya. Gracias Raquel por la foto. ¡Qué detalle más bonito, popular, gratuito y efectivo! Un botijo puesto en la ventana de la Flamenka para quien quiera servirse.







miércoles, 17 de junio de 2015

Cata de manzanillas, amontillados y un Palo Cortado,... de Jerez y Montilla-Moriles



 El pasado lunes 15 de Junio continuamos con la cata de vinos generosos de las DO. Jerez y Montilla-Moriles. Quien la dirigió fue el enólogo de Bodegas Alvear, Bernardo Lucena, un gran entendido por su trabajo y querencia a estos vinos que superan los 15º de alcohol, y que para muchos son desconocidos y para otros son una joya enológica.


 Se celebró, como viene siendo una estupenda costumbre, en el Taller de tu Cocina, cerca del Instituto El Tablero, y donde Miriam y Olga nos atienden y miman. Un local amplio para una asistencia numerosa, quizás la mayor que recuerde. Y es que la clase magistral sobre los vinos generosos tuvo mucha expectación.

Cada día funciona mejor la Asociación de Sumilleres de Córdoba, y están más engrasadas las catas, en la que parece que todo es fácil y fluido. Pero hay un buen trabajo de varios años, y en los que asistimos nos vamos conociendo en nuestra diversidad de quehaceres.

En la foto los dos protagonistas de la cata, Bernardo Lucena que aportó botellas de  y la explicación, y Rafael Sánchez que trajo botellas de la zona de Jerez, El Puerto y Sanlúcar de Barrameda.

Tras los saludos de rigor y comentar con algunos las actividades a las que se apuntan: como Raúl que fue a Málaga a comprobar cómo funciona el restaurante ambulante o comida sobre ruedas (iFood, para quien lo busque en internet).


Referente a la elaboración de vinos generosos, y en la que el éxito de su elaboración es realizar la crianza biológica de los vinos o crecimiento de la capa de levadura de flor, lentamente, varios años y en la que se va pasando o rociando el vino desde filas de botas en la parte de arriba hasta abajo, cerca del suelo o solera. Como se ve hay una terminología que nos suena, y que es además muy sonora: solera, escalas, rocío, capataz, venencia... términos que hablan de una elaboración de vinos, siguiendo una tradición que parte de principios del siglo XIX.






Para una correcta aparición y control de la flor, los vinos deben estar con unos 15º de alcohol (en Jerez, como sabemos, se encabeza con alcohol ya que la Palomino no llega a la concentración de azúcares que sí consigue la Pedro Ximénez) y que hace de filtro microbiológico, ya que en estas condiciones sólo unas seleccionadas estirpes de levadura son capaces de adaptar su metabolismo para que al acumular ácido oleico les haga flotar, y que se nutran de glicerina, alcohol, ácido acético y algunos nutrientes residuales. Por lo general la formación de velo es rápida y dura entre 15 y 30 días.
Un proceso lento de varios años, y en contacto con el aire que genera entre otros productos el acetaldehido,  que va a marcar el olor y sabor salino final del vino generoso. 
Los finos de Jerez sin embargo le ganan a los de Montilla-Moriles en notas herbáceas, más frescos se puede decir. Además, en sólo 2 años un vino con crianza ya se puede considerar fino, mientras que en Jerez son precisos 3 años
Pero el cuerpo de los Montilla-Moriles es mayor, más recio. 

Al hilo de esta tradición que es elaborar vinos finos, quien esté interesado, justo en elmundovino de esta semana se comenta que se está catalogando el marco de Jerez por pagos, seleccionando los de mayor calidad. Esto es lo que se hace en zonas de Rioja, Ribera del Duero,..., en las que se selecciona y elabora vino de viñas por lo general viejas y de gran calidad. Lo nuevo ahora es volver al terreno, que es lo que se hacía antes.

Una vez terminada la fermentación nos queda el mosto. Este término que siempre asociamos a la uva prensada o sea a algo con mucho azúcar, en la zona de Jerez y de Montilla-Moriles es el vino recién terminado, porque es a partir de aquí cuando se convierte en fino. Queda entonces la selección de los mejores mostos en base a su grado alcohólico y calidad, destinándose a finos los mejores y los que no alcanzan esos parámetros, se encabezan para obtener olorosos.

La levadura de flor está recibiendo mucha atención porque se la está caracterizando y aparecen al menos dos razas mayoritarias, y que se diferencian en laboratorio por los distintos azúcares que son capaces de fermentar: la Saccharomyces montuliensis (solo fermentan glucosa) y la Saccharomyces beticus (fermentan glucosa, sacarosa y rafinosa). Hay que recordar que el fino en la bota apenas hay azúcares residuales.
Además, en un trabajo de un grupo de Universidad Pablo Olavide de Sevilla se concluyó que en la D.O. Jerez se habían identificado 22 cepas de levaduras de flor. Y lo sorprendente es que se encontraron diferencias en cuanto a las cepas de levaduras de flor  dentro de una misma bodega y también entre una bodega y otra.
En resumen, que hacer vinos generosos comienza con el mosto que "se contamina" de levaduras espontáneas que son capaces de sobrevivir en un medio que a base de añadir sulfuroso es muy hostil para muchas levaduras, excepto para algunas como las que están en el ambiente de Montilla-Moriles o Jerez-Sanlúcar y que esas mismas se transforman y sobreviven "del aire casi" y transformando un vino en fino.

Lo que catamos fue:
- Manzanilla Gabriela, de Bodega Sánchez Ayala, 5 años de crianza, 40% beticus y 60% montuliensus (40/60).
Una manzanilla muy aromática y fina en nariz, manzana asada, aceituna verde y en boca suave pero también ácida. Muy fina la Gabriela. Una delicia, con diferencia una de los mejores vinos de la noche. Y según Rafael, sale por unos 5 euros.
- Manzanilla CD. Taberna Er Guerrita. 6 años. 70/30
- Manzanilla olorosa. Bodega Pedro Romero. 9 años. 95/5. 
Estas dos manzanillas tenían más color y eran extrañas en boca, desconcertantes. Como decía alguien "que botella tan chula si encima estuviera buena".
Quizás no estemos habituados a este tipo de vino, pues Rafael comenta que las nuevas manzanillas más selectas o más apreciadas, son de este tipo. 

Después, los amontillados.
- Amontillado Carlos VII de Alvear. 19%. Orejones, almendra amarga. Muy fino y complejo, excelente en boca y donde seguían saliendo aromas que hablaban de mucha calidad.
- Gran Barquero Amontillado de Pérez Barquero. 19%. Más sencillo en todo, y sobre todo en boca.
- Delgado Zuleta Amontillado viejo. 19,5%. A manzana pasada, salino en nariz, recuerda algo a la manzanilla. Y muchos aromas a especies y madera.
Palo Cortado Solera. Fundación Alveazer. 19% vol




Y el mejor de todos:
- Palo Cortado Solera Fundación. De Alvear. Con 8 g/L de acidez.
Como decía Bernardo : no hay bodegas de palo cortado, sino botas que se han convertido de amontillado en palo cortado.
De este vino se embotellan 40 al año, y catamos en total 3. Cata de este vino: de poco hablar porque había mucho nivel. ¡Qué vino!
Estos Palo Cortados tienen aroma de amontillado y en boca de oloroso, y aparecen no porque se busquen sino porque no se les da atención a la bota: que si está en la corriente de aire, si no
Aromas intensos y muy largos, y en boca es dulzón, ácido, muy largo. Todos lo buscábamos por la mesa. Una joya. 

Para comer Miriam puso trucha ahumada con huevas, berenjena ahumada con queso, patatas bravas y flamenquin frito a baja temperatura. Todo muy rico y sabroso, como siempre.






































domingo, 14 de junio de 2015

El Patio de María, un bonito bar aún poco conocido

 El Patio de María es un patio de una casa remozada, como otras muchas del casco antiguo de Córdoba. Está en la calle Rodrigo, que es la continuación de Lineros, y ésta comienza en la Plaza del Potro.
El Patio queda muy cerca del aparcamiento del restaurante Bodegas Campos; y también de la tienda de Juana Martín.
El suelo de la entrada es original, y desde fuera como no pone un cartel como reclamo, tan solo una pequeña placa delata su existencia, así que es fácil equivocarse.
La zona de la Ribera y aledaños, como es ésta, se está convirtiendo en una de las más activas en cuanto a sector terciario: tiendas, bares, restaurantes, etc. Cuando llegan las principales fiestas de esta ciudad parece que faltan bares para todos, pero cuando todo vuelve a la normalidad hay mucha competencia.

Este local si se busca en internet apenas si salen resultados, por lo que si no se ve desde la calle, y apenas hay posibilidad de localizarlo pues creo que lo tienen complicado.

Pero una vez dentro, es muy bonito y agradable. Un patio que se presenta al Concurso de Patios en la modalidad de arquitectura moderna.
El día que fuimos, este pasado viernes, la temperatura era deliciosa; aunque después el fin de semana ha sido frío y con lluvia. Y las flores lucían en su esplendor.

Tienen un gato grande, peludo que parece es de los que más mandan en este negocio. La primera vez que fui me avisaron que el gato no quería juego y que había que dejarlo tranquilo: como todos los gatos.
Las mesas son palés reciclados, y ya es el tercer local que las tiene. La tendencia es a reciclar, pero a este paso los palés van a costar como una mesa normal de madera.
Por supuesto, con su enorme limonero, como debe ser en cualquier patio bueno. Y las paredes llenas de macetas de gitanillas y geranios, y la jaula con su canario.

El Patio es amplio y está bien atendido, aunque estábamos sólo nosotros a esa hora. Hay que decir que este local es la sede de la Cofradía del Flamenquín. Que es en su versión ortodoxa, un rollo fino de carne de cerdo y dentro tiras de jamón serrano. Todo ello empanado y frito.
La carta viene escrita en una botella magnum, aunque ya empiezan a verse borrosos los nombres. Una parte principal de la carta son los flamenquines: variados, desde el clásico con lomo, con gambas, serranito, verduras.
Pedimos el de lomo: enrollado y su jamón dentro. Estaba bien, pero las patatas fritas eran caseras, y estaban tan ricas como el flamenquín.

Ya había probado otros tipos de flamenquín, pero el de toda la vida que se hace en Córdoba, es el mejor a mi parecer.
Ponen unas aceitunas gordales sin hueso, sabrosas y aliñadas con muy buen aceite y en vinagreta. Ricas a más no poder, habrá que probarlas en casa. Eso sí, si no se está atento la gota de aceite le cae seguro.
El fino era de Bodegas Robles, de Patachula. Era de una botella que se rellena cada día y se deja en la nevera. Y estaba mal: ácido y con olor a acetato de etilo o sea pegamento. El camarero sabía que el frío puede alterar el vino, y nos trajo la botella a temperatura ambiente: algo mejor, pero parece que este fino no estaba bien.

También pedimos unas exquisitas sardinas en salazón: muy ricas, sabrosas, vale la pena pedirlas,... y no eran caras, a 2 euros la unidad.
Una buena visita a un local que los amigos no conocían y que les gustó. La cuenta 30 euros: ocho bebidas más lo pedido de tapeo. Bien, teniendo en cuenta lo bien que ese está en el Patio de María, pero en todo hay un pero.
El precio de los platos, bien, pero observo que cada vez es más corriente que las consumiciones sean más caras: la cerveza a 2 euros y el medio de fino a 1,50.









miércoles, 10 de junio de 2015

Los vinos de Andalucía..., el nuevo libro de Manuel López Alejandre

El lunes 8 en el Salón de Plenos de la Diputación Provincial de Córdoba se hizo la presentacion del último libro de Manuel López Alejandre, titulado Los vinos, los aguardientes y los licores de Andalucía.
Había mucha asistencia, de amigos y conocidos de Manolo (tal como es conocido, o bien como D. Manuel, gracias a sus amplios conocimientos y buen trabajo). La presentación contó con los comentarios de Salvador Fuentes (vicepresidente de la Diputación), Manuel Pimentel (expresidente del Consejo Regulador de Montilla-Moriles) y de Javier Martín (actual presidente del Consejo Regulador).

Todos ellos glosaron la capacidad de Manolo de comunicar y divulgar sobre el vino, la cata; así como para organizar actividades y eventos, como la Cata de vinos de Montilla-Moriles o el concurso nacional de Vinos, Premios Mezquita. En particular la cata ha cumplido este año ya sus primeros 35 años; y los premios Mezquita van por su vigésimo primera edición. Y tanto la Cata como los Mezquita van cada día a más, y eso es gracias a un trabajo de equipo que encabeza Manolo.
Hay que decir que la erudición y la oratoria de Manuel Pimentel son de admirar: es capaz de emplear los términos más adecuados conforme va engarzando sus ideas, y reconozco que es un placer escucharlo.
 Manolo hablo de su libro, de cómo estaba organizado e hizo un repaso breve a su contenido.

Ya fuera del salón nos juntamos un grupo de amigos y conocidos, que nos situamos alrededor del venenciador del Consejo. El vino era del grupo Pérez Barquero, y era servido a la temperatura adecuada: fresco, aromático, con notas de maderas y especias. Muy sabroso.

Allí me pude enterar de dos intersantes novedades (cual reportero fuera). Antonio Cuesta me comentó que junto a Enrique Garrido y un grupo reducido de amigos actuarán de Cátedra Ambulante del Vino, y en el que tratarán de asesorar a los taberneros y camareros de las peculiaridades y características de los vinos de Montilla-Moriles. Y la segunda, que Jose Ignacio Santiago va a comenzar un blog sobre vinos, hecho del que me alegro porque pocos saben de los finos y vinos de aquí como él. Le deseo mucha suerte... y lo seguiremos.
Y nuestro activo Presidente de Sumilleres, Ángel, dando lecciones privadas de marketing de vinos a cualquier extranjero o extranjera que se interese por los vinos de aquí. Lo dicho, una agradable reunión de gentes del vino.




sábado, 6 de junio de 2015

¿A qué huelen los sueños? Eso es la biodinámica en los vinos. Cata de Parés Baltá



Presentado por la distribuidora Narbona Solís, asistimos un numeroso grupo a la charla dada por la comercial de Parés Baltá, Eli, en el Taller de tu Cocina. Esta bodega elabora vinos en cinco lugares de España, aunque el grueso se elabora en el Penedés. En concreto, esta bodega se situa en el Parque Natural del Foix, cuyo nombre deriva del río Foix y el nacimiento

del mismo está en la finca de 900 Ha de la bodega. Una finca tan grande
que no sólo se dedica al vino, sino que cuenta con ganado ovino y abejas.


El ganado abona las viñas y las abejas aseguran la fecundación de las plantas.
En este marco que se puede suponer muy agradable, Parés Baltá, que hacía vinos ecológicos desde mucho tiempo atrás se está reconvirtiendo en vinos de cultivo biodinámicos.

A muchos no les sonará la biodinámica, pero les remito a un reciente artículo de elmundovino.com, titulado Nicolas Joly: ¿Qué es vino natural? donde se entrevista a este viticultor francés que es reconocido por la calidad de sus vinos en el Loira y por ser uno de los mayores entendidos de la biodinámica. Esta forma de cultivar las plantas y hacer vinos es la evolución del cultivo ecológico. Y no pertenecen a la tendencia de vinos naturales, como bien refleja la entrevista.
Hasta ahora los vinos de Parés llevan la etiqueta de "Organic" o "Ecologic", por lo que pronto tendrían una etiqueta que pondrá "Demeter". Como saben bien los que se dedican al cultivo ecológico, eso supone mucho papeleo para certificar que cumplen las normas establecidas al respecto. Y los biodinámicos las reglas de la asociación Demeter, o sea en el fondo papeleo.

Entonces biodinámico es algo más que ecológico. ¿Y qué más? Pues aplicar reglas astronómicas, que no astrológicas a todas las etapas de la vid, la elaboración, y la crianza y embotellado. Se trata de preparar estiércoles que aumentan la actividad biológica del suelo, de forma que la finca sea como un organismo vivo que se autorregula. Seguir las fases lunares, distinguiendo los días según su influencia, y bueno también lo del cuerno con estiércol, que es a lo que se ha reducido al parecer la biodinámica. Resumiendo, es seguir técnicas agrícolas antiguas con moderna tecnología.
Eli comentaba que aproximadamente un 2% del precio del vino era en gastos para seguir las reglas biodinámicas.
Pero, ¿y los vinos? ¿estaban bien? pues, bien, pero no sobresalían en nada. Quien crea en la biodinámica debe también catar los vinos o evitar hacerlo en los días de luna llena, que son días nodo o negativos. La luna llena era al día siguiente de la cata, así que quizás haya sido por eso o que son los vinos son así.

¿Cómo eran los vinos?
Todos correctos, muy bien en boca, aunque quizás algo cortos en aroma. Eso, sí, los vinos tienen muy buen precio, sobre 5 euros. Empezaré.

- Mas Petit 2013, un tinto fermentado en barrica de Cabernet Sauvignon y Garnacha. Corto en nariz o cerrado, pero creo que al final no se abrió, suave en boca, ligero, ácido con ligera astringencia, y con bastante fruta en boca y en retronasal. Es  como si el vino estuviera escondido.
Este vino se combinó con provolone y confitura de tomate dulce.









- Blanc de Pacs 2014, Macabeo, Xarel-ló y Parellada, con 11,5º. O sea, la base para elaborar los cavas por lo que esta bodega también es conocida.
Pacs, es el nombre del pueblo.
Un vino amarillo dorado, con algo de piña y cítrico. En boca es muy frutal y ácido, parece abocado, buen postgusto. Original, simple y agradable.
Eli decía que era un vino seco, sin azúcar, pero parecía abocado.
Para combinarlo se preparó unas láminas de salmon ahumado, con algas, huevas de trucha y semillas de wasabi.


- Honeymoon 2014, de sólo Parellada. Un vino blanco con mucha acidez (viñas a 900 metros).
Con algo de aromas a moscatel, suave, pero quizás algo empalagoso. No sé le faltaba algo a mi parecer.
Este vino lo maridó Miriam con un ceviche preparado entre una lima partida por la mitad (no hay foto), y que estaba elaborado con melva, bastante acidez y algo de picante para contrarrestar el azúcar del vino.




- Ros de Pacs 2013, un rosado hecho con Syrah, Merlot y Cabernet Sauvignon.
De nuevo corto en nariz, pero muy frutal en boca. Un rosado con un color poco atractivo, mezcla de rosado y piel de cebolla. Es fresco y tiene buena persistencia. Este rosado fue declarado por el New York Times como el mejor rosado español. Es discutible, pero no le negaré sus bondades.

En resumen, una muy interesante cata dada por una gran profesional, maáster en enología y viticultura, con grandes conocimientos de la enología y excelente comunicadora ya que presentaba los vinos, opinaba lo justo y dejaba que los vinos y los asistentes hablaran.

Desde este blog quiero dar mi humilde homenaje a todos los que están en este mundo del vino: viticultores, enólogos, comerciales, distribuidores, hosteleros, por hacer su trabajo y que los demás disfruten.
Y con casi luna llena llegué a casa...