sábado, 25 de julio de 2015

Taberna El Gallo, como el primer día

Hace ya más de cuatro años empezamos a juntarnos cuatro amigos a hablar y conversar tomando una copa de fino y tapear algo. Y Manolo, que es fiel a la Taberna El Gallo, nos convocó allí para que el amigo Quino celebrara a gusto su santo.
Esta Taberna es como un tótem para muchos en Córdoba. La puerta verde ya vieja, con sus grandes ventanales son un reclamo para quien quiera charlar alrededor de una copa de vino.
 La calle donde está esta taberna, en María Cristina, una calle peatonal en el centro y que desde los veladores se ve el Templo Romano. Las columnas están al final de Claudio Marcelo y el  Ayuntamiento ocupa parte de su perímetro. Las vistas son muy sugerentes. No voy a entrar en la polémica sobre la estatua dedicada al fundador de la ciudad, Claudio Marcelo: justo antes de las elecciones municipales (parece que han pasado mucho más de dos meses) y de noche.
En cualquier caso, se está bien en esta calle que ya cuenta con varios locales. Pero como se ve en la foto, pocos se atrevían a tomar algo en la calle, a pesar de las amplias sombrillas.

Y allí nos quedamos, a pesar del calor que nos invade.
El fino El Gallo es fuente de polémica para los que normalmente copeamos con finos de Mntilla-Moriles. Es bastante aromático, suave, casi un vino recién fermentado, con muy poca crianza. Y se ha convertido en un éxito comercial.
Pues bien, este día el fino estaba bien frío y entraba realmente bien.

De tapeo pedimos media ración de gambas rebozadas, una de las especialidades de esta taberna. Y de segundo, un flamenquín.  
Ambos platos estaban bien sabrosos. Y es que se come bien en El Gallo, que como otros locales tienen su propio público, sus parroquianos fieles. 
Este local ha tenido vaivenes pero ha sobrevivido a todos los demás bares que han existido en la calle.
En otros tiempos, la sala a la espalda de la barra era lugar de reunión de mucha gentes joven. Ahora los jóvenes se acercan más al bar de la esquina, una franquicia que sirve tapa con la bebida. Pero, como digo El Gallo sigue, por sus virtudes
La cuenta de cinco medios, tres cervezas y la comida fue de 19 euros. Una excelente relación calidad-precio que se ve favorecido por el sabor de esta taberna y sus alrededores.





lunes, 20 de julio de 2015

Doble de Cepa, una taberna con ganas de agradar

Esta taberna está junto a la puerta de Santa Catalina en la Mezquita de Córdoba. ¿Y eso dónde es? ¿En la calle Martínez Rucker? Ni idea.
Pero si digo que está en la calle de abajo del Bar Santos, esa calle que va a la calleja del Pañuelo y a la Plaza Abades. Hombre, claro, por supuesto. 
tomada de Cordoba 24
Pues en una casa  de dos plantas, a la que se ha hecho una reforma integral ha abierto hace poco Doble de Cepa. Ya me llegaron noticias de su apertura en el guasap de la Asociación de Sumilleres de Córdoba y queríamos comprobarlo. 

La distribución, iluminación, lámparas y mobiliario está pensado, escogido, y se ve de calidad. Por ejemplo las sillas son una combinación de asiento de resina y armazón de metal, bien cómodas. 
Como íbamos de tapeo o algo rápido, nos quedamos en el patio central, ensolado de chino... cordobés. Una decoración del suelo cada vez menos presente en los nuevos locales, debido a su coste. Justo el patio hace también de escenario para actuaciones musicales de flamenco, jazz y fado. Son por la noche e incluyen también las noches de jueves a domingo.

Tras la cerveza de rigor para entrar en materia y refrescar el gañate, nos atendió Laura Roda, uno de los dos socios que se han atrevido a este negocio que emplea a 18 personas.
Quino, que sabe de temas de arquitectura le preguntó algunos detalles sobre la remodelación de la casa. Y es que es un atrevimiento sacar adelante un proyecto de esa envergadura en un local en una zona tan turística, pero como pasa en otras ciudades, la zona antigua de Córdoba, aún está viva porque tiene su propio vecindario pero la presión de bares y tabernas en la zona puede acabar convirtiendo al entorno de la Mezquita en un parque temático. Y la competencia es dura. Laura nos dijo que venían con algo nuevo y la competencia ya se vería.
Detalles no le sobran.
Por ejemplo la carta viene tal como debe ser, con su lista de alérgenos.

La carta está bien escogida, los precios son medio altos a priori. Y nos decidimos a pedir. Antes de nada nos habían puesto unas aceitunas y unas patatas bravas.
El personal, atento, con ganas de agradar y explicar a quien se interese por las características de esta taberna. Y con taberna es como quieren que se conozca ya que no quieren aludir al término más formal de restaurante. De todas formas nos pareció que no andaban con la soltura y alegría que parecía reinar en la última taberna que visitamos, La Flamenka. Apenas había público a esa hora del mediodía, y había varios camareros en barra.

Lo que se pidió fue una ración de berenjenas de la casa con miel. Venían con un sabroso rebozado, aunque la cantidad por 9 euros es algo justa.

Había que pedir ya los finos. Y tienen el Eléctrico (Toro Albalá) y el Tertulia (Bodegas Delgado).
Con los calores de Córdoba en Julio, un fino tiene que ser refrescante para que entre bien. Y el Eléctrico de sobra que tenía ese punto alegre y fresco, nada pesado, vivo en boca. El Tertulia estaba un poco subido de color, más apagado y menos limpio en nariz y boca. 
Lo dicho, sólo repetimos con el Eléctrico.

Eléctrico y Tertulia
De segundo, se pidió una media ración de ensaladilla. Quien nos siga comprobará que somos la banda de la ensaladilla. Y es que hay o hemos probado tantas variaciones de ese plato de patata cocida, mayonesa y lo que se quiera añadir, que casi definen las intenciones del local. Cuando no se sabe qué pedir o bien para adelantar la consumición y antes de que vengan platos calientes: una de ensaladilla...
La que nos sirvieron estaba bien sabrosa y bien servida en complementos, con buenos langostinos y su trozo de melva. Era en principio una media ración lo que pedimos, y eso parecía a tenor del plato servido. 
Como quiera que cobraron una ración pues queda la duda de si la cantidad servida iba acorde con los 9 euros de coste. 
Fueron en total once consumiciones, 6 finos y 5 cervezas para los cuatro. El precio total, lo normal en estos casos, a 9 por persona.
Hombre, no está mal, pero creemos que le falta algo más de originalidad o sorpresa en las raciones. Que ya digo, eran correctas y bien hechas.

Los medios los tienen y cuentan con el enganche de la música, y la amplitud de las instalaciones; pero tendrán que luchar mucho para hacerse un hueco en la muy concurrida oferta de tabernas, bares y restaurantes de la zona de la Mezquita, o zona de la Catedral, antigua Mezquita, como gustan los que quieren marear la perdiz con la historia de nuestro monumento más conocido.


Prácticamente nos despedíamos de nuestras citas tabernícolas, pero como Quino invitará por su cumple pues seguro que quedamos, más que nada por felicitarlo...








martes, 7 de julio de 2015

Asamblea de la Asociación de Sumilleres de Córdoba y en recuerdo a Andrés Muñoz

Andrés Muñoz era profesor de Genética en la Universidad de Córdoba y marido de Angeles Alonso, también profesora en dicho departamento. Los conocía por cuestión de trabajo desde hacía tiempo, pero a causa de algún tema común con el vino nos fuimos conociendo mejor. En las reuniones de aderramar siempre venían dos: Andrés y Antonio, y a veces cuatro, con sus mujeres. Hasta una vez nos decidimos a organizar una cata juntos, y a la que asistieron más de cuarenta personas en la taberna de las Caballerizas.
Pero nos fuimos metiendo poco a poco en la Asociación ya que todo era más fácil. Con la labor de Ángel, siempre buscando abrir la Asociación a más gente: había quién organizaba las cosas y el lugar era la Escuela de Hostelería en Las Lonjas. Hasta que hubo que organizarse y apareció Jose Carlos y su tienda Barbarroja. Allí nos ibamos a hablar de vinos, unos cuantos, diez o doce. Pero con la inefable labor de Antonio aquello iba a más.
Hasta que se nos fue Andrés y el mejor recuerdo fue llamar a la tertulia Andrés Muñoz, y como si hubiera florecido, estamos ya muchos asociados y cada uno de su padre y su madre, con interés en el tema del vino, y con ganas de aprender, pero afortunafamente todo con buen ánimo y predisposición, en dos palabras: buen rollo.
Este lunes fue la Asamblea anual y se repasaron las actividades realizadas y las que se planea para después del verano. Como viene siendo habitual, em el Taller de Tu Cocina, donde Miriam nos hace un hueco los lunes. La asistencia fue numerosa y con la presencia de Angeles, que nos honró con unas palabras acerca de la figura de Andrés, y que también trajo tres botellas de Termanthia 2009…., palabras mayores.

Se cató el blanco de Habla, un cava vintage de 2008 de Jané Ventura (rico, rico) y una manzanilla pasada saca de 2014 de Barbadillo, traída por Rafael Sánchez. Muy rica. La verdad es que Jerez está cogiendo carrerilla en los vinos finos diferentes, y este lo era: aromático en boca, sin filtrar, sin artificios, quizás algo corto en boca. Pero para tomar sin prisa y sin pausa.

Con los mejores deseos de que disfrutemos en lo que hagamos, nos fuimos yendo con una agradable sensación: somos variados, pero estamos bien juntos.





No existe la inmortalidad, está en el recuerdo de los que se quedan. Quien es recordado, siempre está presente. 










sábado, 4 de julio de 2015

Hablando del Festival de la Guitarra en la Taberna La Bodega

Ruta de la Tapa en el Festival
Fiel al verano en Córdoba se está ya celebrando el 35º Festival de la Guitarra de Córdoba. Hay una variada serie de espectáculos, desde guitarra clásica, guitarra flamenca, jazz, rock,… He asistido durante muchos años a este Festival y este año hay al menos cuatro de ellos, punteros: Sting, Bob Dylan, Serrat y Rosendo. Y otros más pequeños que son a los que acudiré: Los Lobos (ayer, 3 de Julio), David Russell, Chano Domínguez y Niño Josele, Ana Vidovic y Frank Gambale. Clásica, Flamenco, Jazz y rock.

Se puede decir que al menos hay un concierto que puede interesar a quien quiera, aunque por estas tierras no somos muy dados a celebrar y apoyar lo que organizamos, eso sí a menos que sea gratuito.
El caso es que tras intentar ir a O Granxeiro, que está de vacaciones, nos fuimos a La Bodega que está al lado.
Esta taberna tiene un alma o algo que te hace buscar la tertulia, o sólo tomar ese aperitivo en un ambiente relajado.

Ya la he comentado La Bodega en al menos dos ocasiones anteriores, y es un local de lo más castizo o tabernícola de Córdoba.
Ponen siempre una pequeña tapa con la primera consumición, y como hacía calor, pues un picadillo.
Y en esas estábamos hablando de si es buena idea abrir una nueva puerta a la Mezquita. Q. que es entendido, decía que en tiempos anteriores, se modificaba un edificio sin muchos miramientos y que la mayoría de las mezquitas, las arcadas exteriores no están cerradas como la de aquí. 
Programación del Festival
Hoy viene en el diario Córdoba, que los hosteleros cercanos a la Mezquita están descontentos de la Magna Mariana porque los turistas estaban encerrados o bien no podían acceder a sus locales, comentando que había sido como un lunes por la tarde. Y no me imagino pasar las procesiones por la Judería, con las aceras bloqueadas, quizás tan sólo por la Ribera. Como digo, pura tertulia.
En esas andábamos con los finos de Los Naranjos, de Bodega Lagar El Monte de Moriles. Un fino sin filtrar, turbio, pero que no olía a casi nada. Agradable, pero con poco aroma.
Y se nos acercó Alfonso, un desconocido, que al oír que uno de nosotros iba al concierto de hoy de Rosendo, no pudo más que comentar que es el mejor. Y aunque bien pelado, en sus tiempos jóvenes iba con melena y adornado con cueros y remaches hechos a mano, nos contó que él tuvo la suerte de que el propio Rosendo lo echara del concierto de Las Ventas en el 84, cuando actuaba con Leño. Se coló por el patio de chiqueros y lo pillaron, él con 16 años, y Rosendo Mercado se encargó de largarlo a la calle. Por supuesto, compró la entrada y los disfrutó. Como un tío.


Pedimos para tapear, las anchoas (2 euros), media de ensaladilla (4 euros) y ración de tomate con bonito (9,5 euros).
Y unas 10 ó 12 consumiciones, en total 36 euros.

Por cierto, hay ruta de la tapa en el Festival. En la Bodega era salmorejo, pero nos enteramos al final. En la Bodega no andan con marketing, y quien quiera salmorejo que lo pida…
Faltaría más.