lunes, 14 de marzo de 2016

Restaurante Arrow, cerca de la estación de trenes

tomado de molletesyhambreymicerveza.com
El barrio de la Huerta de la Reina estuvo cercado por las vías del tren, y para llegar al centro había que ir hasta el puente o bien pasar cuando lo permitiera el tráfico de trenes. Aquello pasó y ahora el espacio de las vías lo ocupa un hermoso paseo, aunque con su nombre propio, pero por todos conocidos como el Vial.
Y el barrio de la Huerta de la Reina está detrás del Vial, siempre como escondido. 
En cuanto a los bares, van apareciendo poco a poco por allí. Y uno de los más recientes, a la espalda del hotel AC junto a la Estación. Y se llama Arrow
Como todas las tendencias actuales de bares, tabernas y restaurantes predomina el blanco en la decoración de muebles.

Es un sitio amplio, con mesas y sillas en el exterior, muy pegaditas a la pared, pero que tienen un claro efecto llamada para quien pase cerca.

La carta es variada y compensada, y hay que tener que es un restaurante y no una taberna al uso. Los precios son acordes con un local de esta clase. Más que otra cosa porque no tienen para tapear: allí se va a comer. 
Como vamos siempre con el tiempo justo para tomar unos vinos, pues aunque había donde elegir al final escogimos un plato seleccionado para los niños: unas tiras de pollo fritas o lagrimitas. Bien presentado el plato, demostrando que tienen cosas que decir en este sitio. El pan rallado y la fritura bien, pero la carne estaba más seca de la cuenta.

No tenían nuestro plato estrella para compartir: ensaladilla. Pero como digo, había dónde elegir.

La conversación fue variada: de cómo fue el concierto de la Orquesta del jueves; de cómo organizarse para hacer un tramo del camino de Santiago en bici; de las labores indagatorias de Manolo acerca de los canales romanos que bajaban hasta Córdoba por el cauce del arroyo Pedroches. Y más cosas, que lo bueno de la tertulia son pasar de un tema a otro por el puro placer de hablar, si es posible escuchar y echar un buen rato.

Todo esto viene porque tengo el libro Vino y Cultura de Manuel Concha y en el que trata la historia del consumo de vino, los beneficios del consumo moderado (quizás aquí, en el libro, el volumen está al alza en comparación con otros estudios quizás más contrastados), y sobre todo de los beneficios de la tertulia.

El fino es Eléctrico o El Gallo. Así que pedimos Eléctrico: en su punto, ácido, redondo en boca, sabroso. El vino perfecto para el tapeo.
Por cierto, y hablando de El Gallo. Un compañero que vive cerca de la bodega El Gallo compra o rellena allí sus botellas y me dice siempre que está mucho mejor que en el bag-in-box. Y más ahora. Y es verdad, está más hecho, y para beberse varias copas.

Y la cuenta, bien; con el precio del fino superior a la cerveza. Y realmente si el vino está bien se paga sin problema.







2 comentarios:

  1. Un sitio tranquilo para tomar unas tapitas cuando llegas en tren a Córdoba pues pilla muy cerca de la estación. Decorado en blanco y muy amplio, no posee decoración taurina, lo cual me encanta y era poco ruidoso. Me pusieron una tapa de salmorejo muy rico con la caña y muy bien presentado. El servicio fue rápido. Como siempre ocurre en Córdoba destaca la escasez de vinos finos de Montilla Moriles. Solamente tenían el insípido Gallo y embotellado el Toro Albala, que en nariz y en boca estaba muy bueno. Un restaurante de esta categoría debería tener más ofertas de vinos de Montilla.
    La carta era variada aunque un poco elevada de precio para lo que estoy dispuesto a gastarme en comer.

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  2. Espero que el sitio tenga suerte pues hay que alabar estas iniciativas cerca de la estación de tren que es un desierto gastronómico.
    Será un sitio que repita para tomarme caña y tapita.
    Deberían quitar los taburetes que hay en el exterior pegados a la fachada pues no cumplen la normativa de que hay que dejar 1,80 metros libres para el itinerario peatonal.

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