martes, 25 de diciembre de 2012

La nueva carta de vinos de la Montillana

Hace unos días nos pasamos por la taberna La Montillana, en la céntrica calle San Álvaro, para comprobar su apuesta al incluir en su carta de vinos, a los de la DO Montilla-Moriles: jóvenes, de tinaja, finos, olorosos, amontillados y tintos. Lo hicimos tras pasar un tiempo prudente tras los fastos en los que aparecen autoridades y se prodigan anuncios en periódicos y otros medios locales.

Lo primero que observamos es que abundaban las copas de cerveza, que era lo que antes sucedía y que demuestra que el consumo de cerveza en España triplica en litros a los de vino. Lo segundo es que las copas de vino eran de tinto, y las menos de vino blanco en sus distintas variedades, que antes se ha mencionado. Y esto de nuevo no es demérito, sino que es la norma tanto en jóvenes como en mayores; y es que el tinto es más suave al gusto que los finos, al menos para mujeres y los más jóvenes.
Algo sorprendente de la carta es el precio de las copas de los jóvenes, de tinaja y el rosado y el tinto, que superan en al menos el doble el precio del fino, cuando a nuestro parecer el precio de la botella, de cualquiera de los antes referidos, es similar a la del fino. No es de recibo que una copa cuesta casi igual que el precio de una botella entera en el comercio. Y esto es algo incomprensible, además, porque el fino aguanta mucho más en una botella abierta y a medio consumir, por lo que los otros vinos pueden tener poca demanda y las botellas andan abiertas más de la cuenta, como así pasó al menos con el rosado de la Coop. la Unión. Este rosado ha sido siempre un vino muy bien hecho, que ha recibido distinciones  y esta vez no nos supo a nada, estaba falto de olor y sabor, una pena.
En nuestro caso, hicimos una petición, llamémosle copiosa, de los distintos tipos de vinos allí ofertados: uno de tinaja, un joven, varios finos, un amontillado, un rosado y un tinto. En general el nivel de los finos era correcto sin más, y algunos como el rosado y algún fino, así como un ramplón vino de tinaja, no nos convencieron. Los que a nuestro parecer sobresalían de entre los pedidos, eran el fino del Lagar del Blanco y el tinto Aldea de Zapateros de Bodegas Doblas.
Es curioso el caso del Lagar del Blanco, y a quien le interese que visite la bodega en Montilla, ya que dispone de unos de los mejores finos en bota, pero que pierde bastante en botella: está como muy recortado.
El ambiente en la Taberna La Montillana, como siempre muy correcto y atento. En resumen, una apuesta por los vinos valiente la de este local pero que debe asegurar una calidad alta en las botellas abiertas que se sirven por copas. Como tiene buenos vinos en botella, y que no se sirven por copas, así habrá que probarlos en una próxima ocasión.

domingo, 2 de diciembre de 2012

Garum 2.1 Bistronómic Bar

Con ese nombre tan extraño fuimos a comer un menú al bar de tapas/restaurante/bistro bar situado en la calle San Fernando, al final, ya muy cerca de la Cruz del Rastro y junto a la Ribera.
Ha sido el ganador del 1º Concurso de la Tapa cordobesa con su salmorejo al amontillado, así que enhorabuena.
Con la consumición y por un euros más te ofertan tapas o pinchos sobre pan. Se puede elegir entre un menú de tapas a degustar o bien el tradicional. Pedimos el clásico menú y que consistía en elegir entre salmorejo (algo ácido), revuelto de bacalao (bien hecho y sabroso), y otro plato entre los primeros y entre los segundos, sardinas malagueñas (pequeñas, bien hechas a la plancha aunque sólo cuatro), una buena carrillada y otro plato más. El precio era de 9 euros, bien, aunque corto. Es lo que tienen los bares con un poco de diseño.
Para beber pedimos una botella de fino Gran Barquero, de Bodegas Pérez Barquero, con un excelente aroma a crianza aunque no tan seco como hace unos años, y es que ahora los finos son más chiquitos como decía un conocido enólogo de la ciudad. Buen aroma a frutos secos, en boca se nota bien equilibrado, fresco y que demuestra menos salinidad, con buena acidez y ya adaptado a los gustos de los consumidores. En definitiva un buen fino adaptado a lo que se vende ahora.
Además la consumición del menú, el jefe de sala nos cambió el tinto ofertado por Garum de la bodega jerezana de Luis Pérez. Mucha capa de color, aroma dulzón, a fruta madura y en boca cálido y un poco menos ácido de lo que le correspondería, pero bastante bueno. Hubo consenso en considerarlo como un buen y muy digno representante de los vinos tintos andaluces.

sábado, 1 de diciembre de 2012

El Picoteo del Gallo

Este nuevo local está en la céntrica la calle Saavedra y aunque es pequeño tiene unas mesas en la calle que en los buenos días de sol invitan a pararse. Y eso fue lo que hicimos, si bien fue dentro. Está bien atendido y regalan con tapas a cada consumición. El fino que tomamos era de la bodega Lara, sin filtrar  y con un notable olor a reducción que a mi modo de ver no es nada agradable, nada franco. Con una buen acidez y en boca resaltaba el aroma a reducción. Los demás compañeros de cata sí les pareció agradable.
Entre otros vinos tenía el tinto Cepa Bosquet Syrah Barrica 2010, que ganó el galardón de oro en los Premios Mezquita de 2011. Un tinto elaborado en la Alpujarra almeriense, y de Bodegas y Viñedos Laujar, y con 3 meses en barrica. Tiene una excelente capa granate y ribetes morados. Buen aroma a  fruta roja, pimienta negra y muy buena entrada en boca, ácida y cálida, y en la que salen aromas a regaliz.

Pedimos un revuelto y pinchos de tortilla. Antes de pagar nos obsequiaron con una ronda de copas de fino y otra del tinto alpujarreño. Como decía al principio, un sitio agradable y atento.

domingo, 18 de noviembre de 2012

Cata de vinos de Rafael Palacios

El martes 13 de Noviembre asistí a una cata de los vinos de Rafael Palacios y presentada por él mismo, y que formaban parte del programa de unas interesantes jornadas gastronómicas promovidas por la Distribuidora Narbona Solís. Todos los actos, el lunes 12 y martes 13, se celebraron en el Hotel Cordoba Center. Había muchas bodegas presentes y de calidad reconocida, no quisiera dejar atrás a alguna. Además había también exquisiteces como un salmón ahumado de Reyes y Varón.



Rafael Palacios es el menor de una familia dedicada a los vinos. Según él comentaba, la bodega familiar  riojana vendía tintos y los blancos prácticamente los regalaban como obsequio de pedido de los tintos. Como se formó en Burdeos, se interesó en desarrollar el valor de los blancos ya que tenían suficiente potencial. Fue en 1996 cuando conoció la variedad Godello y aunque le impresionó su frescura no fue hasta el 2004 cuando se decidió a trasladarse y empezar en la zona de Valdeorras. Tras unas pruebas iniciales se decidió por la subzona del valle de Bibei, la más alta de Valdeorras y como en toda Galicia las propiedades eran minifundios. Para situarnos el río Bibei, siendo el pueblo más cercano O Bolo, nace en la Sierra zamorana de Sanabria por lo que está en la parte oriental de Orense y a una altura de 700 a 900 metros de altura.
Los suelos son graníticos y formados por fina arena y piedras de granito de pequeño tamaño y sin cubierta vegetal, ya que en verano la temperatura diurna puede superar los 30º, y además la profundidad de las raíces sólo llega hasta 1 o 2 metros que es lo máximo que las viñas penetrar antes de llegar al granito. Hay una parcela que apenas tiene arena y sí mucha piedra por lo que apenas retiene al agua y para evitar la insolación la viña se cubre con unos veinte centímetros de paja.

La variedad Godello es aromática, con piel muy fina, y que madura hasta alcanzar buena concentración en azúcares sin perder acidez: la pulpa aunque dulce está prieta y verde y puede llegar hasta 8-10 g/L de acidez, un pH de 3,0 (para el Sorte O Soro) y sin suficiente ácido málico como para que necesite hacer la fermentación maloláctica. Las distintas parcelas se cultivan en vaso o espaldera en régimen ecológico.
Las fermentaciones se realizan a 14-16º con levaduras autóctonas y sin realizar la fermentación malolácticase hacen en madera, excepto el Bolo, que es el menor de los vinos y se fermenta en recipientes de acero inoxidable.
Todos los vinos tienen un toque de identidad, notas de fruta blanca, ácidos y algo amargos en boca, y una sensación salina que recuerda a los finos. Según Rafael, es la mineralidad lo que los distingue.
Se cataron:
- Bolo 2011, de viñedos propios y de viticultores asociados a la bodega. Aroma a pera, hinojo, ácido, final salino.
- Louro do Bolo 2011, de viñedos propios de 17 a 28 años con fermentación y crianza de 5 meses en foudres de 3.000 litros. Aromas a anís, miel, lías, madera, complejo en boca, persistencia larga. Persistencia ácida y amarga.
- As Sortes 2011, de viñedos propios de 35 a 92 años, y fermentado y crianza de 8 meses en barricas de 500 litros. En nariz es mucho más dulce que el Louro. También menos amargo y un muy largo recuerdo en boca. Muy equilibrado.
- Sorte O Soro 2011, con uvas de un único viñedo de 37 años. Fermentación y crianza de 8 meses en barricas de 500 litros. Se trata de una viña situada en la parte más alta, con orientación al norte y expuesta a vientos, con una producción limitada a unas 2.000 botellas. Muy frutal, a melocotón, pera, hinojo, con toques de madera.  Aireando en boca el vino se transforma en muy salino, realmente un fino. Muy largo y muy bueno. ¡Y todavía le quedan unos meses en botella!, según él.
- Sorte dos Santos 2011, también de una única parcela de 44 años. Se dice que es de vendimia tardía: las uvas alcanzaron los 14º de alcohol probable y se fermentó hasta llegar a los 11º quedando unos 70 g de azúcar que apenas se notan por su muy buena acidez. Aromas a melocotón, almíbar.
Una excelente cata propiciada por la entrega de Rafael, que se muestra cercano en todo momento y que comenta con humor las incidencias de su trabajo. Además no se excede en los comentarios de sus vinos, los deja a éstos hablar.  



lunes, 29 de octubre de 2012

La Fábrica.

El Bar la Fábrica se encuentra en la Plaza la Flor del Olivo en el extremo más cercano a la calle Cronista Salcedo Hierro. Estuvimos sentados en la terraza debajo de un gran cobertizo que nos protegió en un día de lluvia.

Al menos tenían dos tipo de fino, el Pompeyo en rama sin filtrar y el fino Eléctrico. El primero fue el que nos resultó mejor, aunque poco limpio de aromas, en boca mejor. Pedimos una oferta de plato de plato de gambas a seis euros y un abundante plato de bravas. Tienen también una amplia variedad de flamenquines, tomamos uno de espárragos, bien servido, bien frito y mejor sabor, y unas berejenas con miel exquisitas. La relación calidad precio es buena y el servicio rápido. La ensalada Cesar es abundante pero simple. Cuidado con las recomendaciones de última hora, parece que te van a invitar a un chupito pero te ponen el cubata Brockman que te lo cobran a precio de oro, ocho euros cada uno.

El aparcamiento para bicis más cercano se encuentra en la avenida de Ollerias delante de la facultad de Ciencias del Trabajo. Me han contado hoy unos vecinos que los veladores en la conocida como plaza del Chimeneón están ocupando casi todo el espacio público y los niños y niñas se están quedando sin espacio para jugar.

lunes, 22 de octubre de 2012

El Moriles Pata Negra, un buen sitio para comer

Este restaurante del barrio Ciudad Jardín fue inaugurado en 1980 como una ampliación del bar Moriles.
Es un local muy concurrido porque tiene las tres virtuders de un buen sitio: bueno, bonito y barato, y el día que fuimos estaba el salón al completo por una numerosa reunión de trabajo. Pero cualquier otro día se encuentra con que los camareros y el personal solucionan cualquier contingencia, por lo que el público apenas si nota la afluencia. Y siempre con una sonrisa del personal. Reconozco que admiro el trabajo de los hermanos Rafa, Jose y Gabriel.
La comida se compuso de media ración de patatas alioli, media de queso, y raciones de chipirones, de boquerones, revuelto pata negra y rabo de toro. En la foto se aprecian los platos de rabo de toro y el revuelto. Las medias raciones son abundantes. Además bebida y café. Todo 56 euros, entre cuatro.
De todo lo que comimos, lo mejor el rabo de toro y el queso, muy buenos ambos. Los boquerones estaban algo sosos y con poco sabor.
El fino de la casa, bodega S. Gabriel, nos pareció correcto sin más. Se puede decir que estaba viejo. Subido de color, con pocas notas frutales, o ninguna, no tenía nariz a acético o pegamento tampoco por lo que no se puede decir que estuviera defectuoso; y en boca suave, agradable pero con poco cuerpo. No tenía defectos pero pocas virtudes. Otras veces lo hemos encontrado mejor.

En cualquier caso, el fino no fue el único protagonista por lo que el Moriles Pata Negra es uno de los locales más recomendables de Córdoba para una buena comida o cena, si miramos precio, servicio y calidad.

domingo, 14 de octubre de 2012

La Carbonería

Esta taberna se abrió en Junio de 2011, por lo que es reciente aunque ocupa el lugar de otra llamada el Tendido 7, el cual estuvo bastante tiempo abierto, y que en su tiempo visité en varios ocasiones; al ser espaciosa tenía mesas de billar y un buen ambiente.
La Carbonería tiene por tanto un amplio salón aunque como hacía buen tiempo tomamos la consumición en la terraza. Es un local con decoración muy agradable y que ese día estaba bastante concurrido. Se pidieron croquetas de espinacas, grandes, aunque con poco sabor a espinacas y un pincho de gambas, setas y calamar. Este último muy sabroso y abundante para su precio. En general el precio es contenido, por lo que es recomendable su visita.
El vino es la Bodega Delgado, de Puente Genil, un fino con unas características intermedias entre los vinos de Montilla y los de Moriles: un color amarillo intenso, limpio, una nariz media, limpio pero corto y una acidez contenida. Es un vino bueno, más por ausencia de defectos que por muchas virtudes. Pero bueno para el copeo.

Una taberna recomendable.

sábado, 13 de octubre de 2012

Taberna Casa Bravo

La Taberna Casa Bravo se encuentra en el interior del casco pegando con la Puerta Almodovar, muy cerca de la Casa Sefarad y de la sinagoga. Gracias a la peatonalización del casco han montado cuatro veladores en la puerta donde se está bastante tranquilo. Tienen el vino fino de Doblas de la tierra que es de los mejores que se pueden tomar: apenas afrutado, tiene buenos aromas de crianza, a levadura, algo de frutos secos y una muy buena acidez. Aunque sin filtrar presenta un atractivo color amarillo verdoso, típico de los vinos de Moriles. La taberna lo tiene en bag-in-box y se conserva bastante bien.
Dos tipos de vino fino únicamente pero el otro, el Amargoso del Gallo, es poco recomendable. Tienen una carta de tapas bastante amplia y en varios idiomas. El revuelto de bacalao que nos pusieron mediocre y los boquerones fritos pasables.

El camarero que nos atendió correcto y simpático resolviendo todas las dudas que le planteamos. Dentro del local, la musica estaba un poco alta. Hay que tener en cuenta que esta taberna es de las más activas en la ciudad en cuanto a actuaciones de cante y tiene un buen ambiente flamenco.
Para aparcar la bicicleta el aparcamiento bici más cercano y seguro es el de la comisaría de policía en la calle Doctor Fleming. Allí seguro que no te la tocan.

martes, 2 de octubre de 2012

Rincón de Chico Medina

Chico Medina fue un excelente cocinero cordobés y que trabajó de jefe de cocina del Caballo Rojo, cuando el Caballo era el mejor restaurante de Córdoba. Y al final de su vida regentó su propio negocio, el Rincón de Chico Medina. Su biografía está reseñada en la guía cordobapedia.
El local está situado en la muy céntrica calle de Historiador Diaz del Moral y siempre ha sido un bar muy agradable, aunque lleva un tiempo que no tiene la demanda que le correspondería. En cualquier caso es tranquilo y bien atendido.
Tomamos de entre su escogida carta un buen salmorejo y lo acompañamos de fino, como siempre. Tienen el fino de Bodegas El Gallo que a mi personalmente no me convence y también el fino sin filtrar Los Naranjos de la Bodega El Monte de Moriles, un vino serio, bastante ácido, con buen cuerpo y finura que compensa su fuerza. Es un vino que está bastante distribuido en Córdoba y que ya hemos probado otras veces. El paso del verano no le ha afectado mucho y siempre es una apuesta segura.

Palo Cortado Obispo Gascón

Este vino lo catamos en la Piconera Vinos, la tienda que hasta ahora ha llevado Mara en la calle Alfonso XIII. Periódicamente Antonio Flores monta una cata reducida y en esta ocasión probamos ese palo cortado de la bodega Antonio Barbadillo, de Jerez. Debo reconocer la inquietud de Antonio por buscar vinos y convocar a los miembros de la Asociación de Sumilleres de Córdoba.
Viene con 21º de alcohol que la verdad no se notan demasiado y quizás porque se trata de una solera de 30 años.
El color es ámbar intenso, con mucha lágrima, denso. En nariz es potente, a dátil, frutos secos, cacao, y que va cambiando sucesivamente dejamos la copa en reposo.
En boca es muy equilibrado. No tiene el ataque ácido de otras soleras, sino que es potente pero con cuerpo. Es punzante y sobre todo muy largo.
Es de esos vinos para tomar tranquilamente de sobremesa o tras la cena, y parece como si nos retrotraera unos cuantos años atrás. Fue el vino estrella de esa cata y ahora comprendo cómo antes se echaban gotas de solera tras la oreja como perfume.
El precio es sobre 20-25 euros, pero los vale. Muy buen vino.

jueves, 20 de septiembre de 2012

La conservación del fino en verano

Es que no puede ser. El verano de Córdoba es mú largo y aplana, y eso que este año me he alejado dos mil quinientos kilometros de aquí. La temporada de lluvias y calor ha castigado al campo, las viñas se han quedado cortas de uvas en los racimos desde la floración y ha ido renqueando la maduración de la Pedro Ximenez que a primeros de Septiembre las uvas alcanzaban raspando los 13º de alcohol probable. Hasta se ha pensado en añadir mosto concentrado para subier los grados,... ni que estuvieramos en Alemania.

Como digo, ha sido un año difícil para el campo, en general. Y esto afecta a los vinos de la tierra, que son vinos vivos y que al no estar filtrados contienen microorganismos en suspensión y si combinamos calor con más cámara de aire de la suficiente en las botas, más de la sexta parte recomendada, pues el vino se nos altera. La solución a esta alteración es evitar las dos principales causas: calor, por lo que los finos se deben colocar en sitios frescos o en sótanos; y el aire, por lo que conviene echar un vistazo a los botas y rellenar el vino evaporado. Antiguamente a la pérdida de vino con el calor y la falta de humedad se decía que era lo que se bebían los ángeles.
El paso del verano es todo un acontecimiento para hablar y saber cuántas noches de calor se han pasado y de lo fresco que se estaba en este o aquel sitio. Los descansos estivales se comentan en un tiempo breve, casi en forma de titulares, lo que da de sí el catar la copa de fino, el tapeo y el hablar a dos o tres bandas. Lo de menos es a dónde se fue sino que ya estamos de vuelta.
Y todo esto viene a que esta última semana nos encontramos en la taberna Góngora y el vino prácticamente era el mismo que en primavera. Afrutado, aromas frescos y buena entrada en boca. Y es que esta taberna es a nuestro parecer el colmo de las tabernas en nuestra ciudad, y si no, de las mejores tabernas, que aún quedan por visitar.
Y del tapeo, como siempre bien atendido y servido a tenor de la buena cara del camarero y de la razonable abundancia de las raciones.

domingo, 9 de septiembre de 2012

Otra visita a la Taberna la Montillana

Este viernes se ha celebrado la Primera Fiesta de la Vendimia en Córdoba capital y ha tenido lugar en la taberna La Montillana, en la céntrica calle San Alvaro. Entre otros actos se ha hecho una pisada de uvas y degustación de vino de tinaja. También se ha realizado una degustación de uvas de variedades blancas: Pedro Ximenez, Verdejo o Baladí y Moscatel, con el fin de detectar los aromas varietales o primarios y que se pueden encontrar en los vinos. Todos estos actos han estado apoyados por el Consejo Regulador Montilla-Moriles.
Esta taberna está abierta desde 1948 y recuerdo haberla visitado en mis tiempos de estudiante en la que ibamos buscando las tabernas por su menor coste. En aquellos tiempos, los setenta y ochenta,  en los que había poco dinero y lo más económico era el fiti-fiti o mezcla a partes iguales de vino dulce PX y vino fino. Una vez estuvieron en Córdoba y corría el año 1995, unos suecos que habían venido por cuestión de trabajo a vernos se quedaron prendados del fiti y querían llevarse varias botellas. Los pobres, pero aquella costumbre se perdió y ahora pocos sitios conocen el fiti.

Esta semana nos juntamos en la Montillana porque a todos nos venía bien y como siempre, es un sitio muy agradable aunque parece que se está volviendo caro, o al menos en lo que pedimos. Los boquerones gordos a la plancha, no tan gordos, y nueve unidades salen a 7 euros. Ricos pero no lo valían, aunque supongo que su virtud es que los boquerones deben estar muy frescos. El cartucho de choco, mejor, bien servido. Y el fino estaba mal, subido de volátil y olor a acetona. Hasta el color estaba alterado. Es una lástima que los calores hayan transformado un fino que esta primavera estaba muy rico. Espero que hayan sido los calores. En fin, una vuelta a la rutina de visita a las tabernas en una que se mueve mucho, pero que esta vez nos decepcionó.

martes, 17 de julio de 2012

Taberna RR

Esta taberna está al final de la ribera y junto a la ermita. Siempre ha tenido muy buena cocina y sobre todo un buen fino. En este caso es del Lagar de Casablanca, una bodega de Moriles y que este año he visto por primera vez en la Cata de vinos y que me pareció que presentaba muy buenos vinos. El fino sin filtrar de 2 años presenta color amarillo verdoso, un olor fresco, a manzana verde, algo de acetaldehido. En boca resulta muy fresco, glicérico, suave y equilibrado. Muy buen fino para el tapeo.
Pedimos unos calamares fritos, muy frescos y tiernos. 
También se cató un vermut casero pero que desconozco su origen y que estaba bastante bien. En la foto se aprecian el fino y el vermut.

Lo que nos sorprendió fue el olor del río que llegaba y es que este año están más presentes los malos olores a suciedad y sobre todo en la curva del río junto al molino de Martos.

miércoles, 4 de julio de 2012

La Salmorejería

Este nuevo local está en la calle Blanco Belmonte, una de las que calles que nos llevan en línea recta desde la Plaza de las Tendillas hasta la Mezquita. Es una nueva taberna, de espacio algo limitado, no por pequeña sino porque está de moda y está muy concurrida. Aunque tienen otros platos, los principales son los salmorejos: el estandarte con los flamenquines de la cocina popular cordobesa. Inicialmente el salmorejo era sin tomate, ya que se consideraba una planta ornamental, por lo que Juanjo Ruiz ha cogido la base y la ha modificado y retorcido y estrujado, sacando salmorejos ácidos, cítricos, dulces, vegetales y tradicionales.
El día que nos acercamos tomamos el salmorejo con tomate o el de siempre, muy bien hecho. Uno verde de calabacín, muy fresco,... me encanta esa verdura, bien frita, a la plancha o rallada en cualquier guiso o ensalada. Y uno de berenjenas con miel, muy curioso. Hay una lista extensa: de tinta de calamar, de naranja, de chocolate, ... etc.
En cuanto a vino fino, tenía María del Valle, pero ya muy pasado, pero no estaba mal. Con mucho color oro, con aromas a frutos secos, y nada amargo al final. A mis colegas les gustó, y hubiera sido interesante probar ese fino hace tiempo, como ya lo hicimos en Bistro Vinos Suiza o en la Taberna San Cristobal, que tienen el María del Valle de Bodegas Gracia en su esplendor.
El tinto de la casa, de Rioja, decente.
Un sitio para visitar y comprobar el empuje de la restauración en Córdoba.

viernes, 15 de junio de 2012

Bistro Vinos Suiza

Es el bar de la tienda de vinos El Terruño y donde se puede comer a diario con un menú a buen precio. Y por supuesto, donde celebrar sus catas, degustaciones y presentaciones de bodegas.
Está bien situado, en una calle concurrida:  en la calle Doña Berenguela, que es una calle a la derecha del vial Norte y cerca del hotel AC.
La decoración es agradable y amplio, con mesas hechas con botas y en la sala de ntrada disponen de la barra; disponen también de una sala apartada para comer sentados y hacer las catas. Se nota que Jesús y Santi saben del tema y de lo que precisaban.
Cuando fuimos el ¿bar?¿bistro? estaba concurrido y tomamos el fino embotellado de la casa: María del Valle, de Bodegas Gracia. Ya lo habíamos probado antes y si bien los tonos de almendra, algo de humedad nos aparecían, pero me dio la impresión de que era más suave, menos seco y punzante. Algo más ligero, pero siempre se trata de un fino bien hecho, elegante y sabroso.
Como comparación también tomamos una copa de fino servido ya no en catavinos, sino en la copa donde se sirve un vino blanco. No había diferencia apreciable en aromas, pero acostumbrados a los catavinos a algunos le parecía que el fino en unas copa más grande, estaba como deslocalizado.
Una copa de Gaba do Xil, godello elaborado por Telmo Rodríguez, sirvió para cambiar de tipo de vino. Este es mucho más aromático, con notas de fruta blanca y tropicales, algo amargo pero un poco corto. Hubo división de opiniones, y ganó el fino en cuanto a preferencias.
Se tapeó con unas gambitas blancas, muy bien fritas y sabrosas, aunque lo malo de estas gambas es que apenas tiene sabor.

sábado, 9 de junio de 2012

Meson San Basilio, barato, barato


Está situado en el barrio de San Basilio, uno de los barrios con más alma de la ciudad. Este barrio arrinconado entre el Alcázar de los Reyes Cristianos y la Puerta de Sevilla ha mantenido una forma de vida muy vecinal. Su arquitectura es homogénea, casi toda con casas de vecinos y en los que se conserva el patio. En su momento representaba a muchos de los patios de Córdoba que se presentaban a concurso, y hasta estuvo a punto de sucumbir al éxito de las visitas multitudinarias y la fiesta en la calle. Actualmente el Concurso de Patios está extendido por toda la ciudad y los de San Basilio son los más visitados por los turistas. En los últimos años los grandes premios en los patios se localizan en los barrios de San Pedro, San Lorenzo y las Costanillas.
En cuanto al mesón, es una casa más del barrio, con su patio y su bodega.  Muy fresca en verano ya que en el siglo XIX se sabía cómo amortiguar el calor con las brisas de la umbría y el patio. Es un local agradable y concurrido por turistas y vecinos. En cuanto al vino que nos sirvieron es de la Bodega Gracia de Montilla: amarillo pálido, cortito de aromas resultando dulzón en boca y al final el típico toque amargo. Es un vino sencillo, o vino chiquito como se dice ahora, y a imitación del Gallo.
Referente a las consumiciones, nos obsequiaron con 3 tortitas caseras de camarones o gambitas blancas con las tres copas de vino, muy ricas, bien fritas y nada aceitosas.
La cuenta de 1 vaso de gazpacho de almendras, 4 medios de fino, 1 cerveza y otras tres tortitas más (total seis), fue de 9,20 euros. Im-pre-sio-nante.

Para volver otra vez y disfrutar de su tranquilidad.

jueves, 17 de mayo de 2012

Fusión del Sojo de La Ribera



El restaurante Fusión del Sojo de la Ribera es un local recientemente abierto y que parece andar con buen pie. Está situado cerca de la Cruz del Rastro y en la continuación de la Plaza del Potro. Se trata de un local, y que al menos por su emplazamiento cercano a la Mezquita y a otros sitios de interés de la ciudad, está orientado al turista. Si tenemos en cuenta el éxito del Sojo se puede suponer que este establecimiento también lo tendrá. 
Nos acercamos a tapear, conversar alrededor de una copa de vino de la DO Montilla-Moriles y encontramos un local con una magnífica decoración, teniendo en cuenta que aprovechaba unos antiguos talleres de radiadores. Combina el blanco de paredes y techo con una cortinas que hacen de vestíbulo en las entradas dejando un ambiente casi ibicenco. Un sitio cómodo y con una buena atención en la sala.
Pedimos el fino de la casa, Benavides de Bodegas Moreno. Algo pajizo, tonos a frutos secos, limpio y en boca agradable y ligeramente amargo.  Estaba como apagado. He probado otras veces este fino y no lo recordaba así. Es más seco y con más carácter, no sé a ué se podría deber. A modo de análisis. se puede observar el tono tan subido en color del vino. En particular, me gustó más, mucho más el otro Benavides que tomamos en Bodegas Campos, más joven pero con mucho más brío. 
En cuanto al tapeo pues nos agradó y mucho. Cada consumición venía con una tapa y en la foto se muestra cómo nos sirvieron una muy buena tapa de rabo de toro. Esto no lo había visto yo antes, tapas de calidad con la consumición. La siguiente tapa fue un salmorejo de espárragos. Suave pero el espárrago se reconocía ligeramente. Y para redondear la visita la cuenta fue bastante comedida.
Por tanto, un local que a priori pensaba que iba a ser caro pero que nos ha sorprendido por la calidad de la decoración, el servicio y las tapas. 
Un sitio para repetir.

miércoles, 9 de mayo de 2012

Bodegas Campos

Inicialmente construida en 1908 como bodega con sus salas con botas, desde hace unos treinta años se viene dedicando con notable éxito a la restauración, tanto en sus instalaciones como por el servivio de catering.
Pero dispone de una bonita taberna que cumple con lo que se debe pedir a esa dependencia donde el tapeo, copeo y charla se entrelazan. La decoración es muy agradable con motivos taurinos y una gran colección de fotos. Recientemente han conectado esta sala con otra donde se puede comprar productos de calidad de Córdoba: jamones, embutidos, aceites, ... y todo acorde con el servicio que se dispensa y que se refleja en que se trata de uno de los restaurantes más visitados de la ciudad, tanto por turistas como locales.
En la foto se muestran los dos finos catados, uno filtrado y otro sin filtrar.
El fino que dispensan es el fino Benavides de Bodegas Moreno. Un vino limpio, de buena presencia con aromas a frutos secos, buena entrada en boca y con ligero amargor. Se sirvió bien frío por lo que el conjunto quedaba muy fresco y agradable, algo salino.

También disponen de un vino sin filtrar, el fino Cancionero de la Bodega Jesús Nazareno de Baena y que se está consolidando como uno de los mejores vino de Montila-Moriles. Servido a temperatura ambiente, este vino resulta mucho mejor en boca que en nariz, ya que resaltan algo esas notas de reducción, y queda una sensación glicérica, redonda en boca que le hace ser un vino de calidad. También con algo de amargor.
Buenas tapas, aunque en nuestro caso pedimos salchichón ibérico, muy rico con el fino.

sábado, 5 de mayo de 2012

Taberna Rincón de las Beatillas


Es una taberna clásica, donde se reune la Peña Fosforito, celebran sus noches flamencas y cuando fuimos los tertulianos estaban siguiendo una corrida de toros por televisión.
Situada en el barrio de San Agustín, cerca de la plaza del mismo nombre y del Palacio de Viana. Para quien no lo conozca, este barrio muestra las costumbres más típicas cordobesas, empezando por la remozada iglesia de S. Agustín, sus participaciones en cruces y patios y donde reside el espíritu del carnaval.
Las Beatillas ha mejorado mucho su aspecto y ambientación desde cuando en nuestra juventud era la típica taberna de barrio con buena cocina y buenos precios.
Actualmente los precios son normales, tirando para arriba.
El fino es el Toro Albalá, que parecía sin filtrar. De color amarillo vedoso, muy limpio, fresco y con intenso olor a manzana verde, verde de verdad. Muy suave en boca, buena acidez, pero algo dulzón, nada amargo. En definitiva, agradable pero con falta de carácter. Le falta un redondeo ya que el vino tiene un enorme potencial. Eso sí, dos o tres medios entran sin rechistar.
Pedimos boquerones fritos, muy frescos y buena fritura; y venao en salsa, algo correoso.
Como correspondía, la tertulia varió desde la opinión sobre las elecciones, cuestiones de arquitectura y reforma de pisos, elaboración de vinos y próximas actividades. O sea, lo normal.

miércoles, 2 de mayo de 2012

Taberna el 10

En esta ocasión, comentaré acerca de esta recién abierta taberna en el barrio de la Judería. Situada en la calle Romero y cerca de los restaurantes Pepe de la Judería y el Churrasco, tiene concedida el poner mesas en la misma plaza de la Facultad de Filosofía, por lo que es muy visible. Tiene apenas un año de antigüedad y ya tiene la solera del buen hacer del grupo Cabezas Romero. Con una conseguida decoración que intenta llamar la atención del público más frecuente de la zona, el turista.
En cuanto a su implicación en el mundo del vino lo demuestra el que tenga barriles con los vinos que se dispensan, así como uno en el que se puede observar claramente la crianza biológica o bajo velo de flor, tal como se aprecia en la foto.


En cuanto a sus vinos, pedimos el vino de tinaja del lagar de la Primilla y el fino en rama de las bodegas Delgado. El vino de tinaja es suave ede entrada, pero corto en aromas que por otra parte parecen ya de uva sobremadura. Tanto es así que el color de este vino supera en tonalidad amarilla, casi tirando a color oro, al fino. En la foto, es el vino de la derecha. No nos convenció, su supuesta juventud estaba ya pasada.
El fino de las bodegas Delgado, es bastante bueno, con aromas a frutos secos, punzante, buena acidez y marcado amargor. Un vino bastante completo y que está difundido entre las tabernas la ciudad, ya que lo hemos probado en el Círculo Taurino y en la Cazuela de la Espartería.
Al estar sentados en la terraza, el precio de los vinos es ligeramente más caro que en otros sitios. El tape o es correcto y a buen precio. Pero en general, en un buen día de primavera el tránsito continuo de gentes variadas hace aún más placentero el disfrute del vino.

jueves, 26 de abril de 2012

Cata de vinos Montilla-Moriles 2012



La DO Montilla-Moriles ha hecho cambios en la celebración alrededor de la cata que me parecen muy acertados. Primero, cambiar la cata de fecha para no coincidir entre la marabunta de festejos de mayo. También, la celebración de unas jornadas técnicas en el saslón de actos de la Diputación -aprovechando que la cata ha tenido lugar en el aparcamiento de la misma. Me acerqué a ver y oir el debate entre Miguel Cruz, enólogo de nuestra zona, y Jesús Barquín, socio fundador de Equipo Navazos. Esta empresa se dedica a la selección de partidas muy especiales tanto en calidad como en precio de vinos generosos, por lo que en poco tiempo se ha reconocido su categoría por las numerosas menciones en concursos; y también, lo que es más importante, entre el público entendido, ya que ha supuesto en revulsivo en este mundo tan estático como el de los vinos generosos. Mucha gente reconoce que nuestros vinos generosos son de una gran calidad pero el problema es su consumo y comercialización.
En este debate se oponían dos posturas, o hacer vinos según la demanda del mercado y abanderada por Miguel Cruz, quien defendía que si la demanda es hacer vinos de poco cuerpo, casi o totalmente pálidos pero que la gente consume, pues la empresa debe ponerlos en el mercado. Y ya sabemos que las modas de vinos, tanto blancos como tintos cambian. Por otro lado, Jesús Barquín defendía que la grandeza de nuestro vinos no debe cambiar por modas, y que son atemporales como reconocen muchos críticos: que los buenos vinos generosos son los de mejores vinos del mundo. Es decir, la oferta de vinos no debe disminuir en calidad sino buscar al público que lo aprecie.
Por otro lado, la cata de vinos de este año ha resuelto en el espacio la mala imagen del lugar utilizado en la pasada edición. Es más pequeño y puede resultar agobiante, pero es mejor que el anterior. De las 28 bodegas que presentaban sus vinos, pues hemos
encontrado una notable calidad. Y los finos de Navarro, Toro Albalá, El Pato (de Bodegas Luque en Doña Mencía), El Monte, Robles, los lagares de la sierra.
 Nuestro amigo Enrique nos comentó que le han parecido muy buenos los vinos del Lagar de Casa Blanca y de la Bodega San Pablo. A él le gustan los vinos con cuerpo, con su amargor presente y que le da vida al vino, y que le aporta esos agradables tonos verdosos.
Por último, dar mi enhorabuena al trabajo de Enrique Garrido, secretario de la DO, y a las bodegas por su buen hacer que se ha compensado con un incremento en las visitas a la cata de este año.

miércoles, 18 de abril de 2012

Bar Carrasquín


Este es un local céntrico, en la calle Sevilla. Siempre ha dispensado buena y fría cerveza. Era el competidor en cuanto a calidad del cercano bar Correo, y más de uno comentaba que aunque no se podía tomar la cerveza en la calle como en el correo, sin embargo estaba mejor tirada en el carrasquín.
Su fuerte han sido las tapas de conservas de pescado y distintos moluscos. Recuerdo que era de los pocos sitios que tenía huevas cocidas, muy ricas por cierto. Y sigue con muy buena calidad en sus tapas de conservas.
Pero últimamente se comentaba que traía un buen vino. Así que lo comprobamos en esta visita. Y resultó ser un fino en rama, ligeramente turbio y con notas amarillo-verdosas y con un suave paso en boca, tanto que al principio parecía demasiado ligero, sin cuerpo. Pero sí que lo tiene, y es bastante agradable. Nos dijeron que lo traían de Moriles, pero no de cuál bodega.
El tapeo fue la ensaladilla rusa, muy buena por cierto.

domingo, 15 de abril de 2012

Cata de vinos de Cádiz

Enrique, gaditano hasta la médula, organizó con Charlene en su casa una cena con vinos de Cádiz y que venía demorándose desde hacía tiempo.
Comenzamos con un amontillado de Chiclana, El Neto, de Bodegas Sanatorio. Con 17º de alcohol, de un color amielado; al principio me dio olor a pegamento y alohol, pero después salió el aroma a caramelo, ciruelas pasas y frutos secos.
Buena acidez, equilibrado y que combinamos con unos encurtidos: berenjenas en vinagre, aceitunas y otras cosas más.
Después se abrió Entrechuelo, un chardonnay 2009, de Bodegas Cortijo de Torrecera y que se ha convertido en uno de los vinos más consumidos en Cádiz. A pesar del año se conserva bien y salen notas de piña, albaricoque y levadura. De buen paso en boca, acompañó a una muy buena conserva de atún al horno, de Barbate (El Ronqueo).
El siguiente fue el rosado Barbarosa 2010 de Huerta Albalá. Un syrah casi tinto, con
muchos aromas a confituras, a fruta muy madura, casi dulzón. En boca de nuevo las sensaciones dulces que nos descoloraron. Tiene unos meses de estancia con sus lías, pero a algunos no nos convenció, quizás algo de más acidez...Para acompañar, guacamole y pipirrana.
Por último, Taberner 2006, también de Huerta Albalá, con Syrah, Merlot y Cabernet Sauvignon, y al que las notas de cabernet sauvignon se le notaban claramente, fruta roja también de la merlot y syrah. En boca es ácido, sin astringencia, aunque algo ya agotado. Este vino se acompañó con rodajas de morcilla de arroz a la plancha y manzanas reineta a la plancha. Una mezcla muy apetitosa con el tinto.
Probamos también un Finca Moncloa pero el corcho no estaba bien y desvirtuaba el vino.
Para terminar, una tabla de quesos.

sábado, 7 de abril de 2012

Círculo Taurino


Se encuentra en la céntrica calle de Manuel María de Arjona, a las espaldas de de Ronda de los Tejares y cerca de la Puerta Osario. Se creó en 1963 con intención de promover el mundo taurino y su decoración así lo confirma. En la barra se citan algunos toreros renombrados de la ciudad, y en su decoración hay buena presencia de motivos taurinos.
Es un sitio agradable, con un buen ambiente de tapeo y que se va llenando cerca de la hora de comer al ser tan céntrico.
En cuanto al vino, es de la bodega Delgado, de Puente Genil. Sin filtrar. Es un vino bastante claro de color, con aromas a manzana verde, algo de levadura, de una corta crianza y que destaca por su buen paso por boca. Con una buena acidez, con un amargor notorio pero sin destacar y glicérico. Mucho mejor en boca que en nariz, y que entra muy bien. Gustó este vino entre los asistentes, de los mejores que hemos tomado.
En cuanto al tapeo, se pidieron unos boquerones fritos, muy frescos y de buena fritura, y una ensalada de pimientos asados con atún. Resulta subido de precio, pero con buena calidad.

viernes, 23 de marzo de 2012

La Piconera Vinos en el Mercado de la Corredera

Aprovechando que Mara había ofertado copeo y tapeo para 4 a través de groupon, pues nos hemos acercado a su local en el mercado de abastos de la plaza Corredera. El mercado es mediano en tamaño, con un buen número de pescaderías y carnicerías, aunque tiene puestos cerrados.
Los mercados tuvieron su razón de ser en que eran los únicos que aseguraban la higiene de los productos, al tener como responsable a un veterinario. Pero actualmente con la higiene controlada desde el origen, la opción de compra más extendida son las grandes cadenas y supermercados. De todas formas, mi compra habitual es en el mercado de Ciudad Jardín, uno de los más baratos de la ciudad y con el encanto de ser un ente vivo, gracias a los gritos de los vendedores y a la bulla de los compradores.
El local que tiene Mara en el mercado, es un puesto transformado en tienda de degustación de vinos y con utensilios para preparar tapas al momento. A mi parecer le falta algo de decoración que le haga ser distinto a un puesto normal.
El cupón consistía en degustación de 5 vinos y 5 tapas para cuatro.
Comenzó con un vermut de Alvear, de color oscuro ya que no rojo, y que sería ésa la clasificación según Martini. Es un vermut muy agradable, buenos aromas y buena entrada. El servicio de este vermut debe ser con la botella fría, y no con un cubito de hielo. El acompañamiento aceitunas violadas de pepinillos para compensar el dulzor del vermut.
Le siguió fino 47, de la bodega Aragón de Lucena. Un vino sencillo que acompañó a unos mejillones al vapor, por cierto bien frescos, que ganaban claramente al fino.
Después un oloroso de la Cooperativa la Aurora, bien de olor pero excesivamente ácido en boca como descompensado y que se combinaron con almejas al vapor y reducción del mismo oloroso.
Continuó la degustación con una calamares a la plancha y un amontillado Pacorrito de Aragón. Este vino tiene aromas punzantes, algo de avellana, una solera bien asentada y en boca es agradable, se nota el alcohol y entra bien.
El final era un Pedro Ximenez, pero como por horario del mercado que es sólo por la mañana, nos acercamos antes de comer, por lo que dejamos sin probar el postre con el vino dulce.
Una visita agradable a Mara, como siempre atenta y dispuesta a explicar el vino, cómo hace las tapas, y su vida ajetreada. Por cierto, justo al lado hay otro puesto con la misma finalidad de degustación de vinos que Mara, aunque ese día los asistentes ibamos con el vale descuento.

viernes, 9 de marzo de 2012

Taberna los Mochuelos



Esta taberna está en el barrio de Santiago, en la calle de Agustín Moreno y cerca de las antiguas Lonjas. Esta calle siempre está concurrida y más en tiempo del Concurso de Patios, ya que algunos nuevos y hermosos patios se sitúan muy cerca.
La Taberna es espaciosa y dispone de un agradable patio y una pequeña bodega, que está al final del patio y que precisamente olía algo más de la cuenta a vino remontado. Este patio es muy fresco en verano, con abundantes macetas, y todos recordábamos haber estado disfrutando en él. Hay que decir que esta taberna en su momento estuvo de moda y fue muy concurrida. Todavía conservo el color y calor de tiempos anteriores. El vino es el de la casa y que nos comentaron no provenía siempre de la misma bodega, sino que iban buscando dónde el nuevo vino era de mayor calidad y no alterara las madres.
Sin embargo, el vino que tomamos estaba muy subido de color, con notas de acetaldehido, puesto que era más punzante o picante de la cuenta. En nariz lo primero que aparecen son notas de oloroso, especias y buen aroma. En boca es agradable, poco retrogusto y suave.
Del tapeo, correcto, pedimos unos boquerones y nos obsequiaron con un plato de carne guisada acompañada de arroz.