miércoles, 23 de septiembre de 2015

Peña Flamenca Merengue de Córdoba. Taberna La Fuenseca

 Merengue de Córdoba (Rafael Rodriguez) es un guitarrista de esta ciudad y que ha acompañado en su carrera a un buen número de artistas, ha recibido galardones y no hay que olvidar su carrera como profesor de reputados guitarristas flamencos.

Pues bien, esta Peña Flamenca dedicada a Merengue está instalada en la Taberna Fuenseca, una casa situada en la calle Juan Rufo, la calle que baja desde la de Alfaros hasta el Palacio de Viana.
Hace tiempo que visitamos esta taberna, en 2012.

Como ahora es el nieto quien lleva la taberna y como parece que ha habido una renovación de la taberna, pues quisimos ir a comprobarlo.

Como se ve la indicación de la taberna es escueta, pero dentro había ambiente tabernario.
La decoración no ha cambiado, las consumiciones son básicamente de medios de vino, tranquilamente, o bien a hablando a voces si el tema lo requiere.


El vino fino servido en bag-in-box, es o bien de Sillero (de La Rambla) o de Pérez Barquero (Montilla). Y hay mucha diferencia entre estos dos finos. El Sillero tiene un color a oro viejo: es muy suave, sin estridencias, aunque también poca alma. Si tuviera un poco más marcado el sabor salino, estaría de clase superior. Debo decir que últimamente he probado finos de Jerez que han perdido su sabor salino, seco, que han sido del agrado de críticos y consumidores. Es posible que por aquí (por Montilla-Moriles) nos hayamos adelantado sin saberlo.
El fino de Pérez Barquero El patio está lleno de cuadros, fotos, recuerdos.
Y a diferencia de aquella visita, ahora tiene algo de tapeo. Muy sencillo. Finas cuñas de queso curado en aceite, boquerones en vinagre, pinchos preparados de queso y ahumados. Cada platito a 1 euro. Está bien, y Jesús, el joven tabernero con su entusiasmo hace que las tapas sean más gustosas.

Lo mejor es irse al patio donde apenas queda espacio libre por la cantidad de cuadros, fotos y recuerdos que allí están colgados. 
En el patio es también donde hacen los encuentros flamencos, debidamente expuestos en su página de feisbuk.
Otra peña que he visitado fue la del Jazmín, con motivo de la actuación del pianista local y flamenco, Alfonso Aroca.
Esperemos que haya larga vida para las peñas flamencas, porque afición al menos en mi caso sí que hay. 
Y allí echamos un rato hablando de búsqueda de restos arqueológicos cerca del arroyo Pedroche, o de instalar espacios para exposiciones, de arreglos en parcelas del campo, de cómo está todo. O sea, arreglando el mundo y disfrutar de los cumpleaños ajenos. 














sábado, 19 de septiembre de 2015

Cata ciega de vinos blancos jóvenes con la Asociación de Sumilleres de Córdoba

El martes 15 de Septiembre un grupo de la Asociación de Sumilleres nos volvimos a juntar en el Taller de tu Cocina. Tras la parada estival había ganas de reunión. Mucha gente se apuntó pero a última hora los compromisos hicieron que una docena desistiera, aunque quedamos más de veinte: un éxito, sin duda.


Tras los saludos afectuosos y sinceros, empezó la breve exposición que José María Moreno hizo sobre las principales variedades plantadas en España, dominando en las tintas la Tempranillo, y en las blancas la Airén, y su evolución.
Variedades como la Godello, en 2007 había 1.100 Has, y últimamente se están recuperando variedades tintas y blancas, en su mayoría autóctonas, que apenas se empleaban, ya que habían sido desplazadas por variedades foráneas. No hay más que ver cómo la garnacha se ha vuelto a valorar.

Se trataba de hacer una cata ciega de cinco vinos blancos, de las siguientes variedades:

- Albariño,
 con aromas descriptores a melocotón, frutas tropicales, flores y cítricos.

- Godello,
 a manzana amarilla, rosas, melocotón.


- Verdejo,
 olor a heno, manzana, flores, fruta y en boca se pueden encontrar aromas azufrados.

- Xarel.lo,
 a cítricos, albaricoque, fruta pasa.

- Tempranillo blanco,
 a manzana, plátanos, aromas frutales y florales. Esta variedad se encontró en 1988 como una mutación natural, albina, en un viñedo de Tempranillo.

 Tras repasar las características enológicas de estas variedades y los lugares donde principalmente se cultivan las citadas variedades, pasamos a la cata ciega.
Hay que ser un experto a la cata para poder reconocer una variedad, fijarse en aspectos que puedan situar la variedad geográficamente, como acidez para saber si es de zonas frías, o directamente tratar de encontrar el aroma que nos recuerde a aquella botella que me gustó y que olía y sabía igual.
O se tiene una excelente memoria, o se tienen apuntes, o bien se prueba con las notas sobre las variedades que José María nos dio.

 Por color, los vinos tenían un excelente aspecto, eso sí con baja intensidad de color y alguna diferencia en el tono.


De los cinco tuve la suerte de acertar con los Albariño, Verdejo y Godello.



Y éstos fueron los vinos catados, todos del 2014:

Xarel.lo, de Ca N´Estruc, en Esparraguera (Barcelona).
Con aroma frutal y sobre todo, una sensación dulce en boca.






Tempranillo Blanco, de Vallobera (Javier San Pedro), en la Rioja Alavesa (Laguardia).
Aromas a piña, limón, boca plana y dulce.


Albariño, Zios, de Pazos de Lusco, en Salvatierra de Miño (Rias Baixas).
Muy floral y cítrico. Muy buena acidez. Me/nos gustó, el más completo, armonioso y sabroso.

Verdejo El Perro Verde, de Angel Lorenzo, en Pozáldez (Valladolid), (Rueda).
Aromas a heno, más herbáceo, flores y cítricos.








Gaba do Xil, Compañía de Vinos de Telmo Rodríguez (Valdeorras).
En mi opinión aroma a rosas, flores.

Este vino fue el segundo en mi escala de olores y sabores. Debo decir que cada vez me gusta más la godello.
Y estos fueron los platos, descritos por Miriam (Taller de tu Cocina).

- Tzaziki origen griego, 
ingrediente:
Yogur griego o cremoso, hierbabuena, limón, ajo, sal y aceite de oliva.


- Humus origen libanés.
Ingredientes:
Garbanzos, tahini, limón, hierbabuena buena, ajo, comino, aceite de oliva, sal y pimentón.


- Caballa en escabeche frío, en tempera con al ironía y ensalada de algas.

- Hamburguesa de atún marinado con pan de masa madre y miel, tomate asado, cebolla confitada al albariño y galleta de queso de zuheros.  Este fue el menú que acompañaba al pan árabe.












Para dar una idea de cómo estaba el menú, véanse las manos de José María Moreno sacando con deleite el suculento sabor del Tzaziki.

Y con la recogida de platos, nos despedimos hasta la próxima reunión.









martes, 15 de septiembre de 2015

IX Feria de la Tapa y del Vino en Montilla. Y los Autoslocos en La Rambla

El domingo 13 de septiembre se ha cerrado una feria que se consolida debido al cambio en la localización de la misma, justo en lo que los montillanos llaman El Parque. En total 13 expositores, con algunas bodegas que también tenían su propio sitio donde comer. El día acompañaba, luminoso, buena sombra y con poco calor.
Lo que tomamos fue fino, nosotros, y rebujito, ellas.
· Comenzamos con el verdejo de Finca La Cañada de Pérez-Barquero 2014: muy sabroso, fresco, con buen trabajo de lías. Aún está bien, es un blanco recomendable y que ya he comprado este año.
· Después fueron copas, que no catavinos, aunque los había, de fino de Maíllo: Saavedra, un fino potente, con un sabor y olor característico a reducido. Según los entendidos, de los mejores de Montilla-Moriles.
· Probamos de Bodega Olivares, de Los Raigones. Justo en Los Raigones estuvimos un buen rato hablando con Santiago Jiménez, ya que tenían vino del 2015, recién fermentado. Sé que Pepe Casas estuvo trabajando para tenerlo a tiempo, y ha sido una buena idea por lo novedoso.

Esta Feria ha sido un éxito de asistentes y de caja. 5 euros por 5 consumiciones, y las copas o catavinos a un euro. Los catavinos y copas (10,000) parece que se acabaron el sábado por la noche. Así que ha estado bien ya que se ha contactado con los directamente implicados en este mundo del vino, y encontrarte con conocidos que fueron a Montilla con la misma idea de pasar un buen día.

Y después La Rambla, a ver los Autos Locos, Edición 2015, vehículos preparados para bajar la cuesta desde la parte alta del pueblo hasta llegar al Parque. Parece que este año no ha habido tanta participación como otros años. Está claro que en esta exhibición de imaginación y diversión todos se lo pasan estupendamente.
Hay un jurado que califica los choques en tres categorías: al más gracioso, al más currado y al más original.
Quien quiera buscar Autos Locos verá que los hay en más sitios. Sólo se necesita un recorrido pasando por varias calles empinadas, mucho trabajo y muchas ganas de diversión.

Esta fiesta se ha consolidado en La Rambla, y todo el pueblo sale a ver las ocurrencias de los conductores.




La Dehesa de Santa María, en el Vial, o sea Av. de La Libertad


La Dehesa Santa María es una cadena de restaurantes que nació en 1998 en Mérida. Y ya en 2001 entró en el sistema de franquicias. En Córdoba hay al menos cuatro restaurantes de esta cadena; y actualmente se está desplegando por los aeropuertos de España. Se trata por tanto, de restaurantes que popularizaron el sistema de tapas o pinchos, muchos de ellos venidos de Extremadura: torta de queso, jamón y embutido extremeño, y también los vinos de esta región predominaban en sus cartas. Al pertenecer ahora al grupo Eat Out (Pans Company, entre otros) la carta es diferente, menos tapas, más raciones, y la lista de vinos está ahora más abierta a vinos nacionales.
Finos Sierra (izquierda) y El Gallo


Se trata de locales amplios, luminosos, y éste en particular del Vial, dispone de una amplia terraza y donde podemos controlar el paso de vehículos y gentes en esta avenida céntrica, y que es una de las arterias de la ciudad.

Allí nos juntamos los cuatro para comentar las vacaciones, algunos muy viajeros, otros más cercanos. Pero siempre es un placer comentar nuestras experiencias estivales a los demás. En mi caso, tuvimos la suerte de viajar al País Vasco y Navarra: aparte de la belleza de su paisaje y comprobar cómo la tranquilidad de esta zona llama intensamente al turismo, lo que más me impresionó fue la calidad de sus menús. Bien hechos, abundantes y siempre acompañando un vino casero tinto agradable. De las tapas, tengo opinión dividida: se está abusando, en algunos casos, de la moda de la tapa.


Bien, a lo nuestro, que era la Dehesa.
- El salmorejo estaba bien hecho, y era abundante: con guarnición de huevo duro y jamón, y un buen chorreón de aceite de oliva, como debe ser.
- Acompañamos de los vinos finos que tienen: El Gallo y Sierra (de la Cooperativa La Aurora, en Montilla), el segundo más hecho en crianza que el primero, pero bastante ligero, fugaz.
- De segundo, unas albóndigas con pisto, más bien algo de verdura con un montón de tomate frito. No me convencieron, sino que lo que más me gustaron fueron las patatas, que eran cocidas con su piel y luego troceadas.

La atención del personal, muy bien, atentas (sólo chicas). Pedí una copa de tinto: Beronia, otra marca y también, tenían el vino riojano de copeo Bodegas Torres: Ibéricos. Un tinto fácil de tomar, agradable y con una etiqueta bonita. Pedí del vino que estuviera la botella más recientemente abierta. Como el Ibéricos estaban sin abrir, allí mismo me la abrieron.

La cuenta, como casi siempre cerca de 30 euros. No está mal, aunque recuerdo haber comido en este sitio mucho mejor y además con vales de Groupon. Pero para tapeo, se deja, sin más. Ah, invitó Quino por lo que mejor todavía.
Y a por nuevas citas en los bates y tabernas con los amigos, charlar, tapear y un copita de fino, o dos.

















martes, 8 de septiembre de 2015

Visita al Restaurante Churrasco y su Bodega

Francesc, María y Ángel
 El pasado sábado, 5 de Septiembre, tuvimos la oportunidad de visitar el Churrasco, en la Judería: Francesc, María y yo. Francesc es uno de los miembros más activos de verema, una de las páginas de internet más activas, por número de usuarios, al mundo del vino y la gastronomía en general.  Además, él tiene familia en Montilla y hace gala de divulgar los vinos de Montilla-Moriles en la red, y en Barcelona en particular.

De la mano de Angel González,  profesional del Churrasco, Presidente de la Asociación de Sumilleres de Córdoba y excelente divulgador de los vinos de la tierra, y de José, entramos en la Bodega del Churrasco. Una estancia formada por tres casas que están a continuación de  la casa que ocupa el propio restaurante, y que termina en la casa del Hotel El Churrasco, un lugar con verdadero encanto.


Debido a la situación de las casas, en el barrio de la Judería de Córdoba, están repletas de historia, de restos arqueológicos, y por el sótano y parte de sus muros discurre o discurría la muralla romana de la Colonia Patricia Corduba.

Lo que se encuentra a la derecha de la entrada son las pilas y los fogones, y a su izquierda una fila de botas con fino de la Bodega Navarro. Es una delicia la mezcla de columnas con botas y en cada rincón se puede encontrar la huella de los antiguos moradores, que dejaron sutiles rincones en casas donde el espacio parece que se diseñó para la tranquilidad y el descanso.
Francesc y un servidor catando el fino
Se probaron el fino (de sólo 2 años en bota en Navarro) y después se mantiene sin correr las escalas en el Chrrasco. Es un fino sencillo, muy refrescante, agradable y de fácil trago con el fin de que los clientes se acerquen al fino, que les es dado como copa de cortesía. El PX es denso, oscuro, dulce. Allí sugerí el preparar el Fiti (mitad PX y fino) que hace aún más ligero acercarse al fino, diluyendo de paso el azúcar del PX: a María sí que le apeteció.

La copa de vino parecía acompañar a las explicaciones de José sobre la historia de las casas.
Esta Casa Bodega sirve para reuniones privadas y no abiertas al público. La mesa redonda numerada con hasta diecisiete comensales.
El olor de esta habitación: a madera, a barniz viejo nos recordaba la casa de los abuelos, en mi caso en la casa de mi abuelo en el pueblo. Olores finos, absorbentes, nobles.


Aprovechando una antigua cisterna romana, para acumulación de agua y de la que queda el conducto de agua, se sitúa la muy surtida bodega del restaurante. La sala, ya fresca, ahora acondicionada mantiene la temperatura de una colección de vinos con referencias históricas. Sobre todo son vinos riojanos, de los que se conservan añadas de mucho interés.




Para rematar pasamos al restaurante, que a las dos, estaba ya bastante concurrido, lleno el patio y en la sala que nos acomodaron, se fue también llenando. 
Tomamos gazpacho blanco, frío, en su temperatura, muy sabroso. Con su guarnición, de manzana blanca y uva pasa.

De bebida, agua y más fino.

También salmorejo con berenjenas fritas, bien grandes para que sirvieran para embardurnarlas de salmorejo. Ellos no conocían esa combinación. Les parecía muy original y deliciosa.
A mi parecer el salmorejo estaba poco ácido, o por los tomates o por falta de vinagre si los tomates no dieran la talla en ácido.

En este punto, en el que nos implicamos en disfrutar de la comida, se nos olvidaba hacer las fotos cuando el plato llegaba. 
Porque falta el plato de rabo de toro, que lo engullimos sin dejar recuerdo.

En el plato de entrecot, volvía a pasar como con las berenjenas y por poco se pasa el momento de que se pudiera hacer una foto decente.
La carne estaba hecha en el punto de costra y muy roja por dentro. Pura mantequilla, una caricia. Sé que este tipo de asado, a ciertos comensales les puede resultar desagradable, pero al menos hay que probarlo una vez. En mi caso, es cómo me gusta la carne, y a mis dos acompañantes.

De  beber: oloroso, y a demanda, como se puede observar.

Los postres, tampoco estuvieron nada mal.
Por ejemplo, leche frita y helado de avellana con canela.




Esta fue mi elección, la tarta de queso; curiosamente sabía a queso, estaba algo salada y no a leche condensada que es como normalmente se sirve. 
Disfruté con esa tarta.
La cuenta total, 86 euros, a menos de 30 por cabeza. No es económico, pero la calidad precio justificada. Quizás el rabo de toro era el plato más flojo.
Pero de sobra nos pareció una bicoca por la excelente visita que tuvimos la suerte de realizar en la Bodega del Churrasco.